♡ Prólogo ♡

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Los dedos de los muertos me dibujan
ruina en el pecho, en los muslos, en la frente.

Con una fresa entre los labios recorro
la playa destruida.

¿No es capaz nadie de limitar los aletazos
el carnicero tatuaje de una codicia anal?
¿no hay amistad militante río arriba?
imágenes sin memoria vampirizan
mi canija vigilia. No me ausento
en dignidad distinta del rechazo.”

- Jorge Riechman

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Advertencia

Este capítulo contiene escenas fuertes referente al bullying, acoso escolar y burlas ajenas, si eres susceptible o sensible a estos temas recomiendo por favor no leerlo.

2010

Un lindo día de San Valentín corría por la escuela, todos los niños bailaban con la pareja que habían intentado conseguir; la música lenta, los aperitivos listos, todo era perfecto para cada uno... Sin embargo, de entre todos esos niños... Había uno en especial que no había traído pareja... Estaba sólo viendo a cada afortunado celebrando con el contrario mientras él solamente se tomaba un refresco apenado. Dando un pequeño suspiro, decidió por fin armarse de valor y conseguir a alguien.

—Hoy será el momento... ¡Tú puedes Shuichi Saihara!— Se animaría así mismo el joven.

Caminando por los rincones de gimnasio el cual fue utilizado como pista de baile, quería buscar a las personas indicadas para poder al menos bailar al fin con uno de ellos. Como todo preadolescente, Shuichi Saihara tenía varios amores en el primer año de secundaria ya con trece años. Sin embargo no es que él fuese el más atractivo de su clase...

Él era etiquetado como el chico más raro del instituto, al menos decían eso los de primero y segundo. Su cuerpo delgado no ayudaba mucho, lo mismo por lo pálido que era siendo apodado en algunas ocasiones como “Drácula” y para rematar, tenía unos brackets que le avergonzaba mostrar ya que siempre se le veían trozos de comida en los dientes, por lo cual se forzaba en los baños a quitárselo de alguna forma aunque doliera.

Y no es que sea el mejor de clase, ya que siempre en los exámenes sacaba pésimas calificaciones, era muy débil en los deportes y para rematar, no se le daban bien clases de arte como pintura o música. ¿Cómo podía seguir aguantando tanto dolor pese a que su vida escolar no fuese nada buena? Simple... Porque estaba enamorado, pensaba que el amor lo podía curar todo y también solucionar su vida, poder darle la alegría que necesitaba. Deseaba tener una pareja y tratarla bien como se merecía, quería tener una vida feliz con quien esté a su lado, ser igual de cariñoso con su amor verdadero como en aquellas historias románticas que solía leer por la noche.

Él quería tener un amor en su vida.

Teniendo ya todo listo, el chico comenzó a sacar cada foto que había sacado a las personas que quería declararse. Eran cinco en total, cinco amores, cinco oportunidades.

Empezó primero por la persona más fuerte de su clase; bueno en los deportes, líder de una banda de gamberros pero bastante apuesto, era un chico que no le importaba cómo era, admiraba su valentía y orgullo que tenía, su nombre era... Kaito Momota.

𝙈𝙮 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙩𝙚 𝙑𝙖𝙡𝙚𝙣𝙩𝙞𝙣𝙚'𝙨 𝘿𝙖𝙮 💌 (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora