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Advertencia

Este capítulo contendrá sangre, descripciones gráficas de tortura y asesinato, maltrato, lenguaje vulgar y menciones de acoso, se recomienda que si eres susceptible a estos temas por favor no lo leas <3

2009

Las clases comenzaron, y cada niño fue ha su respectiva aula para poder atender al maestro sin molestia alguna, nuestro niño de cabellos azules se encontraba sentado en una esquina al lado de una compañera suya. La verdad es que le resultaba una chica bastante linda; tenía unos ojos azulados que le recordaban al mar por la mañana, una piel blanquecina parecida ha una muñeca de porcelana, unos labios rosados que parecían brillar con delicadeza hacia la luz del sol y un cabello largo rubio que le podía recordar al mismo oro más brillante.

Ella era sumamente hermosa para él, pero ojalá nuestro chico de ojos dorados pudiese decirse eso así mismo. No podía verse al espejo por la repugnancia que sentía de verse el rostro o el cuerpo, siempre le decían cosas que le dolía el corazón... "Pareces un esqueleto", "deberías ser más hombre", "eres un afeminado", etc.

Al pasar el rato, el menor escuchó cómo su maestra pedía que hicieran un pequeño trabajo con el compañero asignado. Shuichi bastante nervioso no sabía que decirle a la chica que permanecía ha su lado.

—En fin, ¿vamos a empezar o no? — Mencionó la chica rubia un poco enojada.

¡E-esto... Claro!

Ambos comenzaron con su pequeño experimento el cual trataba de mezclas experimentos, al tener una compañera tan experta como Iruma se le facilitaba, solo que el trabajo lo lograba hacer solamente la rubia haciendo que el chico de ojos dorados se sienta inútil.

O-oye Miu... ¿Te ocurre algo hoy? T-te ves mal...

Al escuchar dicha pregunta, la chica dio un pequeño suspiro apenada para luego ver cómo derramada una que otra lágrima. Al ver su actitud el chico se acercó hacia ella para luego acariciar su cabello.

¡M-me voy a morir! — Mencionó la joven mientras trataba de no llorar.

D-dime qué pasa... N-no te preocupes que yo estaré para ti...

Un poco insegura, la joven inventora dio un pequeño suspiro para luego mirarle ha los ojos.

M-mañana debo someterme a una operación de hígado... ¡Y-y me da miedo porque tengo miedo de lo que me pase!

Cuando le escuchó, dio una pequeña sonrisa el chico para luego seguir acariciando su cabello con más suavidad para así calmarla.

No... No digas eso... Las personas siempre tenemos un problema en nosotros mismos que nos hace sentir mal, y siempre nos hace temer una solución que creemos saldrá bien...

Tras escuchar aquello, la chica se secó una que otra lágrima que recorrían sus mejillas mirando asombrada por cómo se expresaba.

V-vaya... ¿Cómo puedes decir cosas así...?

El chico de cabellos azules le sonrió ante tal pregunta para luego sacar una libreta que al abrirla se mostrarían miles de escrituras.

S-suelo escribir poemas... P-pero muchos poemas... Todo esto lo he heredado gracias a mi mamá... Ella siempre me hace sentir feliz por cualquier cosa que ocurra...

Asombrada, la joven tomó su libreta para luego empezar ha leer cada párrafo que salía, le parecían simplemente hermosas las palabras que llegaba ha decir el chico...

𝙈𝙮 𝙙𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙩𝙚 𝙑𝙖𝙡𝙚𝙣𝙩𝙞𝙣𝙚'𝙨 𝘿𝙖𝙮 💌 (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora