Capítulo 31

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Suspire. Me sentía extraño, no sé si se debía a mi cambio de género o por qué estaba siendo obligado a regresar a la habitación que compartía con Sasuke.

Ahora que me doy cuenta, Sasuke no puede morderme como normalmente lo hacia, ya que podía quedar marcado de por vida.

Al pensar en eso, la imagen de mi madre me invadió como si me estuviera advirtiendo lo que me iba a pasar si soy marcado y abandonado.

Si eso llega a suceder... No se que es lo que haría, una marca no puede borrarse y el sentimiento de sentirse abandonado tampoco. Me estaría marchitando como mi mamá y ver el rostro de Sasuke en cada persona que conozca.

Volví a suspirar.

No quiero que eso me suceda.

- ¿Qué es lo que te hace suspirar, mi pequeño amigo? -

Olvide que Karin estaba a mi lado.

- Eso de ser marcado, no es algo agradable ¿Sabes? -

Karin estuvo de acuerdo.

- Lo se, he visto a muchos omegas hombres sufrir por eso, es triste -

Las palabras de Karin no me ayudaron en nada.

- Pero escucha, no creo que Sasuke te abandoné y si lo hace... Yo seré la que cometa homicidio y luego se va a suicidar -

No pude evitar soltar una carcajada.

- Señorita Karin -

Ambos pegamos un brinco cuando escuchamos una voz detrás de nuestras espaldas. Era alguien que conocía, su tono de voz era igual al del hombre que vi en el balcón.

Karin se dio media vuelta y cuando estaba a punto de hacer lo mismo, ella me lo impidió. Su mano se puso encima de mi cabeza y no me dejaba aunque sea mirar sobre mi hombro.

- Buenas tardes señor Sabaku ¿Puedo servirle en algo? -

- Quiero hablar con el señor Uchiha, más bien quiero disculpame por lo que sucedió esta mañana -

- No se tiene que disculpar, más bien al contrario. El señor Uchiha es el que se tiene que disculpar por su actitud grosera -

- ¿De que parte estás? - pregunté al escuchar su respuesta.

- Calla -

- ¿Su amigo? -

- Así es, un beta muy metiche -

- ¿Beta? -

Karin se sobresalto.

- Si, un beta ¿Por qué? -

- Su amigo, tiene un ligero olor... Cómo a vainilla -

- ¡Hay dios mío! ¡Que tarde es! - Karin miro su muñeca y me di cuenta que no tenía reloj, al parecer se le había olvidado, pero no corrigió su error - Nos vemos, joven Sabaku - sin previo aviso, me empujó sin que pudiera quejarme.

- ¿Por qué no me dejaste mirarlo? - pregunté cuando llegamos frente a la puerta de la habitación donde estaba Sasuke.

- Es un tipo peligroso y estoy segura de que busca una debilidad de parte de Sasuke y aparte - Karin se inclino y olfateo mi cuello - Yo no huelo nada -

Olfatee mis manos y mi camisa - Tampoco yo -

- Raro - Karin alzo una mano y tocó la puerta con sus nudillos.

No hubo respuesta, mire a Karin con expresión interrogante, ella solo se encogió de hombros.

- Nunca contesta, ya ni me quiero imaginar cuando te fugues -

- ¿Quién se va a fugar? -

Karin sonrió - Lo siento he leído muchas novelas -

Abrió la puerta. La habitación estaba revuelta, la cama sin hacer, la ventana abierta y Sasuke... Sasuke no estaba.

- Suerte campeón - Karin me empujó hacia adentro y cerró la puerta antes de que reaccionara.

- Maldita Karin - mire a mi alrededor - ¿Sasuke? -

Como si lo invocará, Sasuke apareció en la puerta del baño con expresión de haber visto un fantasma.

Fue solo un día, pero para Sasuke fue una eternidad.

El alfa estaba más pálido de lo normal, su pelo parecía un nido de pájaros y debajo de sus ojos estaban tatuados dos ojeras violetas.

- ¿Naruto? - Sus voz sonó cansada y ronca.

- Sasuke - susurré. Notaba mi corazón latiendo con violencia contra mi clavícula. Sentí que me faltaba la respiración, no supe porque me empecé a sentir mal, si está mañana estaba perfectamente.

Fue entonces cuando la imagen de Sasuke se tambaleó y empezó a deshacerse en nubes oscuras.

- ¿Naruto? ¡Naruto! -

Oí la voz preocupada del alfa y reconocí sus manos sobre mi espalda; Solo así me di cuenta que estaba en el suelo y un extraño aroma había invadido mis fosas nasales.

- Ah, es tu culpa -

Sasuke no respondió.

No estaba bien. Me di cuenta cuando intente respirar hondo y no pude, pero no me daba tiempo de asustarme.

La oscuridad invadió mi visión.

***************

Desperté muy despacio, rodeado de un agradable calor que me envolvía por todas partes. Un olor a yerbabuena invadió mis fosas nasales.  Era Sasuke, tenía mi rostro entero apretado contra su pecho y estábamos tan enredados que no tenía claro cuál era mi brazo y que pierna era la de Sasuke. Lo descubrí al mover un brazo ya que sentí un dolor punzante que me hizo dar un respingo; tenía algo enganchado, no veía lo que era.

Parpadee. Era una vía; tenía una vía de suero conectada al antebrazo derecho. Sasuke estaba tumbado al otro lado de la cama, bastante encogido para no caerse y dormía con los labios entreabiertos. El sonido de su respiración, se me hizo tierno, pero no podía dejar de ver lo demacrado de su aspecto y eso que fue solo un día.

Mire a mi alrededor y me quedé helado al reconocer la habitación de Sasuke. ¿Me desmaye? ¿Estaba enfermo?

- Sasuke - lo llame automáticamente dándole un golpecito en el hombro - Sasuke, Sasuke -

El alfa abrió los ojos con lentitud, pero enseguida se puso en marcha; parpadeó varias veces y se irguió sobre un brazo cerniendose sobre mi y buscando el problema explorando con sus dedos mi rostro. Incline la cabeza para que continuará y supiera que estaba bien.

- ¿Qué pasó? - murmuré, cuando los dedos gentiles de Sasuke ya rozaban mis hombros.

- Te desmayaste - respondió en un susurro - El doctor dijo que era normal, apenas tu cuerpo está soportando el cambio, estás desarrollando un útero y feromonas -

Ugh, un útero... Decidí dejarlo para después, lo que me preocupaba ahora mismo era la salud de Sasuke.

- ¿Y tú? -

- ¿Yo que? -

- ¿Te encuentras bien? - pregunté mientras pasaba mis dedos en su cabello enredado; Sasuke cerró los ojos y se acurrucó contra mi mano, me di cuenta de lo íntimo que era el gesto; me avergonce, pero no me detuve. El cabello de Sasuke era suave y agradable, parecía como si estuviera acariciando a un minino.

- He estado un poco raro -

- ¿Un poco? Karin me contó el desastre que hiciste está mañana y eso que solo fue un día que te deje ¡Un día! -

El asintió con solemnidad y luego señaló hacia su cuello - El día que me mordiste, sentí que algo cambio... En pocas palabras creo que me marcaste-

Sus palabras me dejaron en shock.

- Así que ni se te ocurra abandonarme- dijo mientras agarraba mi mano y me dio un beso en el dorso.

¿Es posible marcar un alfa? ¿Y porque las palabras de Sasuke sonaban más que una amenaza?









Bad deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora