17. it's time to go

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That old familiar body ache
The snaps from the same little breaks in my soul
I know when it's time to go
Sometimes giving up is the strong thing
Sometimes to run is the brave thing
(Taylor Swift)


Pude hacerlo, realmente pude hacerlo. Jane esta viva y sin ningún tipo de daño.

La sonrisa de Benjamín era amplia y la felicidad escapaba de su ser. Todos los miedos, dudas e inseguridades dejaron de tener sentido luego de hacer el amor con su esposa. El volvió a contemplarla, feliz de comprobar que ella seguía ahí, maravillosamente sana y cálida, como cualquier humano normal.

Quizas fue el tiempo, la rutina y la costumbre a la nueva Jane. Tal vez el hecho de que acababa de alimentarse, por lo que el olor de su sangre no era tan tentador. No importaba el motivo, lo que importaba es que el miedo se fue, que su primera vez con su esposa humana fue satisfactoria, superando cualquier expectativa que pudo haber tenido.

Esta candente experiencia le demostró que era más fuerte de lo que creía. Su pecho se llenó de orgullo, sus ojos se empañaron de amor al contemplar a su mujer dormir. Por un momento volvió a desear ser humano. Antes, rara vez experimentaba ese deseo dado que estaba satisfecho con su condición vampirica, sin embargo, desde que Jane se había vuelto humana él también lo había deseado, de esa forma ambos estarían en igualdad de condiciones. Este era uno de esos momentos donde deseaba que el cansancio fuera suficiente para hacerlo dormir, de esa forma podría soñar con Jane.

Volvió a contemplar a Jane y acarició su cabello antes de suspirar. El amor y la felicidad podían ser dos drogas sumamente adictivas y placenteras. Con una sonrisa optó por cerrar los ojos y dejar que su mente se calme. No podría dormir, pero podría descansar su mente mientras esperaba a que Jane despierte.

En sus pensamientos veía a una Jane feliz, saludable y radiante, una Jane fuerte y poderosa, tal y como lo era antes, tal y como volvería a ser. Él es fuerte, acaba de demostrarse a sí mismo que puede dar rienda suelta a sus deseos sin hacerle daño a su mujer. Un nuevo mundo de posibilidades se abre ante él. Benjamín quería reír y gritar lo feliz que es, pero teme despertar a Jane, quien se encuentra disfrutando de un sueño tranquilo.

No es necesario abrir los ojos para saber que ella duerme, que por primera vez en semanas puede disfrutar de un sueño tranquilo y sin sobresaltos, sin pesadillas, sin dolores y falsa tranquilidad. Por más que ella intentó disimularlo varias veces, él pudo percibir como debajo de la calma casi perfecta su cuerpo se tensaba para ocultar cualquier rasgo de sufrimiento. Pero eso son sólo recuerdos de un triste pasado. A partir de ahora el futuro será maravilloso.

La mente de Benjamín era un torbellino de pensamientos felices, sueños e ilusiones de un futuro perfecto junto a su esposa, un futuro libre de dolor y enfermedades. El estaba ensimismado en su mundo interior, demasiado ajeno a lo que ocurría a su lado.

El cuerpo de Jane, tan cálido y suave al momento de descansar, se volvió frío y rígido con el correr de las horas. Su corazón, con latidos lentos y regulares, adoptó un ritmo errático, por momentos más rápido, por momentos más lento. En el interior de Jane Eros y Thanatos comenzaron una dura y silenciosa batalla cuya recompensa era la vida de Jane.

Ella estaba en paz. En su inconsciente, la rubia sabe que debe luchar, que debe dar pelea e impedir que las fuerzas oscuras le impidan volver a abrir los ojos, pero ella estaba tan cansada de luchar, tan cansada de sufrir un mal inexplicable, tan cansada de sentir dolor, tan cansada de ser débil y vulnerable. Por más que intentará seguir viviendo, en el fondo de su ser ella sabía que el final estaba cerca, que sería un milagro si volvía a abrir los ojos para ver un nuevo amanecer.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora