Cortos Rusmex

Un nuevo comienzo Final

Los días siguientes a ese no pude ver a la señorita Rusia nuevamente

Ya no estaba a la salida de mi colegio con su sonrisa esperándome con mi papá

Ya no venía por las tardes a visitarnos

Ya no sabía nada de ella

Mi papá no parecía diferente a todos los días pero no se, algo no me parecía bien

Una tarde le pregunté a mi papá por ella y me dijo que se encontraba muy ocupada en estos días pero cuando pudiera nos visitaría.

No le creí nada, después de todo ya me había mentido antes y ahora lo seguía haciendo. Así que le dije que era un mentiroso, él me miró molesto y levantó la mano en mi dirección para tomar el teléfono a un lado de nosotros, pensé que me iba a meter un zape, la sentí cerca.

Unos minutos después escuche como hablaba de manera normal con la señorita Rusia tras la línea y me pasaba el celular en altavoz.

🇷🇺: Hola Tedka, tu papá tiene razón, estoy en un ascenso de manera repentina y eso hace que me quede menos tiempo

🔅:La pusieron en un ascensor? No entiendo

🇲🇽: No, ella se refiere a un ascenso, de trabajo, en un mejor puesto

🔅:Ohhh eso es bueno, me alegro mucho señorita Rusia

🇷🇺: Gracias mi ajol-... Muchas gracias Tedka, pero te prometo que cuando pueda voy y pasó a jugar contigo si?

🔅:Y también con mi papi?

🇷🇺: Si... Tambien con México, nos vemos luego Tedka, cuidate mucho

Al final mi papá me dio una reprimenda por no creerle aunque no le hice mucho caso, la señorita Rusia estaba bien, mi papá estaba bien con ella, seguían siendo amigos pero yo creí que estaban tristes antes, cómo podían cambiar tan rápido de emociones?

Pero en parte me alegraba, la señorita Rusia no se había ido como mi mamá, eso significaba que me quería, que nos quería, porque tampoco se alejo de mi papá, incluso cuando él no la quiso besar.

El día en el que la señorita Rusia vendría a casa llegó pronto, mi papá se había encargado de alistar todo para que estuviera perfecto, estaba con una gran sonrisa en su mirada que por ratos borraba lanzando un suspiro, eso era raro.

Aunque fue incluso más raro verlos reír entre saludos mientras se quedaban mirando sonrientes mucho tiempo uno al otro en la puerta. Cuando al fin se dieron cuenta que seguía ahí se separaron nerviosos, mi papá se apresuró en recibir el abrigo de la chica mientras ella me saludaba con un fuerte abrazo, los adultos eran sin duda extraños, ojalá nunca me toque ser un adulto.

La hora de la comida no fue diferente, cada que sus manos chocaban o se cruzaban a la hora de tomar una servilleta, ambos reían fuertemente para luego callarse y mirar fijamente sus comidas, contexto plis.