Capítulo 17

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Me estremezco por su seria mirada. Y para evitar cualquier drama, hago lentamente lo que dice. Me aseguro de que la toalla no se deslize y mantenga mi trasero tapado. Me tenso al sentir las manos de Matt sobre mi espalda.

-Debes relajarte. Estás muy tensa.

¡¿Eh?! ¡¿Qué va a hacer?! Me es imposible relajarme en esta situación...
Intento hacer todo lo posible pero nada. De reojo veo como Matt frunce el ceño.

-Entonces...

Matt desliza sus manos por mi espalda a la altura de mis hombros y de repente comienza a hacerme cosquillas bajo los brazos.

-¡Ahah jaja por Dios para! ¡No, jaja!

-Mmm ¿Quieres que pare?

-¡Uff jaja si ya, porfavor! ¡Jaja!

-¿Te vas a relajar?

-¡Si, jaja pero para de una vez!

Cuando Matt para enseguida mi cuerpo se desploma. Suelto todo el aire que contuve riéndome.

-¡Ahora si estás relajada!

-Ug. Te odio...

Matt comienza a mover sus manos por mi espalda.
¿Acaso me está...?

-¿Matt...?

Le veo por el rabillo del ojo. Se le ve concentrado. Me masajea la espalda.
Ah... se le da bien...

-¡Ah!

-¿Contractura muscular? ¡Más presión!

-¡Eheheh no te emociones! ¡Ahah! Oh... si, ahí mismo... sigue así... Mmm...

-¿Te gusta?

- Si... mucho...

¡¿Ehh?! ¡¿Y esta forma de hablar?!

-Ah... Matt ¿Dónde aprendiste a hacer masajes?

-Antes venía aquí a menudo. Ya no mucho. También suelo hacerle masajes a mi papá en la espalda. Supongo que he aprendido con el tiempo.

-Mmm y mucho...

Luego de unos minutos Matt se detiene.
Ah... que deseos de que sugiera...

-Jaja ¿Ahora si te gustó tenerme aquí?

-¡Eh!... ah...

Se acerca a mi y me acaricia el mentón.

-Eres adorable.

Luego de eso se va.
¡Espera...! ¡¿Por qué no vino la masajista...?!
Después de unos minutos en las aguas termales, me voy. Matt y sus amigos ya no estaban allí al parecer. Cuando llego a casa sólo está mi padrastro viendo televisión. Yo voy hacia mi habitación y me lanzo en la cama.
Ah... ese rato en el spa... ha sido magnífico...
De momento me viene a la cabeza la imagen de Matt haciéndome masajes. Me sonrojo.
Oh vaya... la verdad es que ese chico es una caja de sorpresas...
Me quedo dormida. Después en la tarde, todos estamos sentados a la mesa jugando cartas.

-¡Y volví a ganar!

Mi padrastro había ganado casi todos los juegos, mi mamá dos, Matt tres y yo... uno... si, soy muy mala.
Llevábamos jugando horas, pero era divertido, nos reíamos de nosotros mismos.

-¡Oh, gané!

Mi mamá aplaudía su victoria. Luego se detiene y grita.

-¡El que tenga menos juegos ganados prepara la cena!

-¡¿Qué?! ¿Por qué pones esas condiciones justo AHORA?

Todos se ríen, era obvio que me tocaría a mi. Era la que menos había ganado. Entonces decido poner todo mi empeño.

Amor es amor ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora