Capítulo 27 (Final)

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-Y-yo...no me pude ir...

Me pongo aún más nerviosa que antes. Bajé la cabeza mirando mis zapatos. Silbé y sonreí levantando mi cabeza.

-Uf. Dime la verdad. Soy idiota ¿cierto?

Matt me mira en silencio. Parpadeaba como si fuese en cámara lenta. Eso me puso un poco incómoda. Su mirada parecía perdida.

-¿Matt...?

Sacudió la cabeza tras mi voz. Inhaló y luego suspiró.

-Tengo que decirte algo.

Me puse nerviosa en instantes. Vi moverse la mano con la que sostenía el papel. La elevó lentamente y la giró hacia mi. Cuando miré bien supe lo que era.

-Oh. ¡La aprobación para entrar en la Universalidad que siempre quisiste, felicidades!

De repente sonreí genuinamente feliz por él. Pero al ver su cara tan desanimada enseguida se borró mi sonrisa.

-Mmm... pronto te irás a estudiar a la Universidad de tus sueños. ¿No estás feliz?

Hice un intento de ánimo fallido.

-No te habrás ido tú. Pero ahora me tengo que ir yo.

Dice con la cabeza gacha y la mirada fija en el papel.
La Universidad era en el extranjero, así que debía pasar los tres años lejos...
De repente sentí un vacío en mi interior. Él mira el papel y luego a mi. Frunzo el ceño y aprieto los puños.
No, no voy a dejar esto como la última vez, es hora de que todo sea aclarado.

-¡Matt!

Levanta la cabeza con cara de sorpresa por mi repentino grito. Me acerco a el y pongo mis manos fuertemente en sus hombros.

-Ahora la que no te puede dejar ir sin antes decirte algo, soy yo.

Me mira atentamente con los ojos bien abiertos de sorpresa. Trago saliva junto con todo mi nerviosismo.

-Matt...yo...¡Yo te amo!

Deja la boca entreabierta mientras me mira.

-¿Eh?

-Si, tampoco me lo creo, pero si, te amo Matthew Sheeran.

Aprieto sus firmes hombros y me pierdo en sus cristalinos ojos azules.

-Has cambiado mucho mi vida Matt, debo reconocerlo...

Sonrío.

-Contigo...contigo me siento bien...

Miro hacia bajo un poco avergonzada. Luego lentamente subo la mirada y me encuentro con sus blancos dientes expuestos por una sonrisa.

-Laura...no sabes lo feliz que me hace escuchar eso.

No pude evitar sonreír de oreja a oreja como tonta, las mejillas ya me dolían. Pero mi felicidad era inefable. Matt posa una mano en mi mejilla y la acaricia con su dedo pulgar. Luego acerca su rostro al mío y en instantes nos besamos, suavemente, demostrando el amor que sentíamos uno por el otro. Pero de repente sentí pasos.

-Mmm...Matt, creo que hay...

-Uy que pasa...

-Nos van a ver...

-Ya deberían dejar de esconderse chicos.

Al oír esa voz nos petrificamos. Nos separamos y al girarnos vemos a mi madre y mi padrastro mirarnos a ambos con una sonrisa. Matt y yo nos miramos conmocionados. Mi mamá da un paso adelante.

-Mmm...madrastra y suegra a la vez...eso es un poco raro. ¡Pero me gusta! Además de que me encanta mi yerno.

Mi mamá nos sonríe cálidamente, Matt y yo seguimos tiesos.

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