Sexual Fantasy (Jikook)

IV. Negación

Entrometerse en la vida de los demás era una de las cosas que a Hoseok más le desagradaba hacer. No era que no se interesara en lo que estaba pasando a su alrededor o en su entorno, pero el inmiscuirse más de la cuenta simplemente era gastar energías y tiempo en cosas que no le beneficiaban en nada.

Mantenerse al margen de situaciones ajenas siempre había sido una buena táctica para evitar problemas innecesarios, a decir verdad; él siempre se centraba en sus asuntos y los demás podrían estar haciendo un papalote con sus vidas siempre y cuando las acciones de terceras personas no lo afectaran a él directamente.

Por esta razón es que optó por guardar silencio cuando la noche que habían estado todos en el club, notó a su mejor amigo mirar con ojos coquetos al cuñado de su novio bajo las luces del lugar. También decidió no decir nada cuando se dio cuenta que el chico le devolvía el coqueteo de una manera demasiado descarada, quiso pensar que era gracias al alcohol y el calor del momento.

Pero entonces se planteó seriamente si debía entrometerse sólo un poco en el momento que yendo hacia el baño, se topó de nuevo con el par de chicos, esta vez, comiéndose la boca contraria en una esquina fuera del baño. Se veían tan ajenos al lugar y tan inmersos el uno con el otro que hasta el pensamiento de interrumpirlos para así separarlos ni siquiera cruzó un instante por su mente, pues el sentimiento de estar invadiendo la privacidad de las demás personas se instaló molestamente en su nuca y simplemente prefirió seguir de largo.

Hoseok sabía perfectamente que su mejor amigo era un coqueto de primera y jamás perdía la oportunidad de enredarse con cualquiera que le pareciera atractivo. Jimin era un completo casanova y mientras más chicos cayeran a sus pies, más satisfecho terminaba el joven bailarín.

Al contrario de lo que muchas personas podrían pensar, Jimin no era un tipo que pudiera considerarse como el Grinch del amor; a él le gustaba admirar lo felices que eran Yoongi y su amigo, sin embargo, él se empeñaba en afirmar que el amor de su vida aun no llegaba, pero, no por esa simple razón iba a limitarse a él mismo a seguir teniendo encuentros casuales de vez en cuando, le gustaba divertirse.

Él sabía que era atractivo y lo usaba siempre a su favor.

Por otro lado, Jimin también era un apersona abiertamente gay además de ser también alguien muy selectivo en cuanto a las personas con las que se enrollaba, por esa razón a Hoseok le extrañaba demasiado el hecho de que se estuviese besando con un chico que decía ser hetero y además, estaba comprometido.

Claro que por la forma en la que Jungkook miraba a su amigo bailarín, dejaba muy en claro que no era cien por cien heterosexual, sin embargo ese no era el problema, pues la sexualidad de Jungkook era una de esas cosas en las que Hoseok no buscaba entrometerse. Lo que en verdad llamaba su atención, era la razón por la que Jimin aún sabiendo todo esto sobre Jungkook, siguió adelante con sus juegos y terminaron besándose de esa manera fuera de los baños a riesgo de que alguien del círculo de amigos de Yoongi los encontrara.

Y siendo sinceros, el que tenía más por perder no era Jimin.

Concentrándose en mover su cuerpo acorde a los pasos que acababa de coordinar en su nueva coreografía, no se dio cuenta de que alguien lo miraba desde la entrada de su sala de prácticas, hasta que su voz resonó por encima de la canción.

—¿Estás tratando de seducirme? —preguntó. Yoongi se encontraba mirándolo de arriba a abajo con una sonrisa, cargaba unas bolsas que de seguro tenían comida dentro de ellas. El estómago de Hoseok rugió con sólo la idea de comer, había estado bailando por horas desde que se había despertado esa mañana; él decía que sudar era la mejor forma para sacar el alcohol y la resaca del sistema.