Dagger| ❝Sin importar lo rápido que me mueva, el tiempo seguirá pasando. Nunca se detiene. Nunca lo hará. Pero cuando estoy contigo, Cassie. Cuando estoy contigo... parece detenerse❞
[Prohibida la copia parcial o completa de esta historia]
Portada b...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
──────────────
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
「❛ 𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒 ❜」'
──────────────
—¡Barry! —gritó—. ¡Bartholomew Henry Allen! —siguió corriendo, adentrándose en los pasillos del laboratorio—. ¿¡Dónde estás, estúpido velocista?!
Siguió avanzando, notando el inminente silencio. Le agradaba el silencio. Siempre preferiría el silencio. Pero en un lugar que se encargaba de salvar el mundo cada cinco segundos, el silencio no significaba nada bueno. Muchos menos después de lo qué pasó la última vez que el día estuvo así.
¿Qué es lo que habrá hecho Devoe esos días en los que se convirtió en un bulto andante?
Esperaba que nadie hubiera muerto... Al menos no una muerte divertida y que ella se lo haya perdido. Eso sería muy triste.
—¿Caitlin? —llamó, entrando a su laboratorio—. Hola... —frunció su ceño, al ver su cara llena de agujas.
—Hola —sonrió—. ¿Necesitas algo?
—No, y0... —seguramente lo de su cara tenía una explicación lógica—. Voy a buscar a Barry. Suerte con eso...
Se retiró sin dejarla contestar. Caitlin estaba muy sumida en su tarea de recuperar a Killer Frost, que ni siquiera notó que el color en el rostro de la rubia había vuelto. Cassie tampoco le presto atención a sus nuevos métodos medicinales. Ambas tenían tiempo para conversar después, y ella tendría tiempo para disculparse.
Siguió buscando a Barry por los pasillos casi con desesperación. En primer lugar porque quería decirle de su gran descubrimiento —sin mencionar quién la ayudó, claramente—. Y en segundo lugar, porque en serio necesitaba un abrazo.
