Dommingo por la mañana, ya me encontraba frente al espejo del cuarto de baño, observando las ojeras que tenía de no haber pegado ojo en toda la noche.
-Maldito Harry....- dije en voz baja, casi inaudible. Me dispuse a tomar un baño para relajarme pero, ¿Y si estaba observándome en este instante? Sería mejor que fuese a casa de Elena, allí podría pensar tranquilamente y tomar una buena ducha sin sentirme observada.
Me vestí rápidamente y bajé al salón a trompicones hasta llegar al teléfono fijo, marqué el número y esperé a que lo cogiese.
-Hola Lourdes.- dijo Elena alegremente desde la otra línea del teléfono.
-Hola Elena, necesito...que me hagas un favor.- dije.
-Claro, lo que quieras, dime.-
-¿Podría quedarme a dormir en tu casa unos días hasta que mis padres vulevan de viaje?- dije.
-Sí, claro, por suspuesto, además los míos se van a celebrar sus veinticinco años de casados esta semana y mi hermana estará en casa de mi abuela, así qué cuando quieras te vienes para acá.- Noté algo de felicidad en su forma de anunciame los acontecimientos que ocurrirían.
-Perfecto pues. Voy hacia allá en seguida.- Colgué, cogí mis cosas y me marché a casa de Elena.
El cielo se encontraba despejado, sin una trsite nube gris que lo cubriese para comenzar a llover.
Los acontecimientos que ocurrieron anoche seguían en mi cabeza, rondándome sin parar, era un maldito martirio ese chico, ¿Qué clase de cosas horribles le han tenido qué pasar para que se haya transformado en la persona qué es ahora? ¿O él era así de nacimiento? No lo sé, y tampoco me iba a parar a descubrirlo.
Fuí caminando a casa de Elena para ir más tranquila y poder distraerme con el panorama, tenía suerte de vivir rodeada de tanta naturaleza, sin embargo, también me gustaba la ciudad.
Llegué a casa de Elena, y una vez allí, toqué el timbre.
-¡Lourdes!- gritó Elena abrazándome. -Hello dear.- dije en inglés saludándola. -Siento haberte avisado tan pronto pero...estoy preocupada Elena.- dije abatida.
-No me digas más, ve a darte un baño y ahora me cuentas todo.- dijo ella dedicándome una de sus sonrisas. -A propósito, ¿Te apetecen unos crêpes?- me preguntó con cara maliciosa.
-En cuanto me bañe bajaré para jalármelos.- le dije guñando un ojo. Subí al cuarto de baño que había en la habitación de Elena, olía muy bien, como a vainilla.
Me puse frente al espejo y comencé a quitarme la ropa, prenda por prenda hasta que al fín quedé desnuda. Admiré mi relflejo en el fino cristal; se me notaban las costillas, y estaba empezando a salirme algo de barriga. Al momento, me viene una imagen sucia a mi mente: Harry a mis espaldas, desnudo al igual que yo, con sus grandes manos colocadas en mi cintura apretando levemente mi piel erizada por su contacto. Iba colocando lentamente su cabeza en el hueco que hay entre mi cuello y mi hombro, una vez colocado, comenzo a repartir suaves y húmedos besos a lo largo del recorrido. Segundos después, yo estaba frente a frente contra él. Me miraba fijamente, penetrándome con sus verdes ojos, fue descendiendo sus labios hasta encontrar los míos y adueñarse de ellos, después, y para acabar finalmente, desaparecía de mi vista.
-¿Qué me está pasando?- dije. Ni yo misma podía creerme que hubiese imaginado eso en mi cabeza. Me dispuse a meterme en la ducha. Abrí el grifo, y el agua caliente comenzó a recorrer mi cuerpo. Tenía que estar con la cabeza fría para pensar es qué podía hacer para librarme de Styles de una vez por todas.
Narra Harry:
Me encontraba en mi sofá sentado, tranquilo, y sin nadie que pudiese molestarme. Al momento comienza a sonar mi móvl, dudé unos segundos en contestar a la llamada, pero lo hice.
-Harry.- dije frío.
-¿Tienes ya a la chica?- preguntó el hombre. Su voz me era de lo más familiar; Josh, mi padrastro.
-No, todavía no. Me falta bastante aún para poder llevártela, aunque...Había pensado quedármela yo para prostituirla y manipularla, quiero poner mis tácticas a prueba.- Bendito sea Liam por haberme dado esa idea.
Josh se había quedado mudo a través de la línea telefónica, hasta que decidió responderme.
-Está bien, de acuerdo, pero, deberás entregármela cuando acabes tú trabajo, ¿Queda claro?- dijo con un tono amenazante.
-Sí, entendido. Pero que no te sorprenda si no quiere irse contigo después de haber estado junto a mí este tiempo.- dije en un tono burlón. Sabía que ese era el punto débil de Josh, que una mujer lo rechazase después de haber sido prostituida era lo peor que le podría pasar.
Colgué el teléfono y volví a mi sitio en el sofá del salón. Ahora tenía toda la tarde para pensar qué podía hacer con Lourdes, ¿Dejar que me conociese? No, eso sería lo peor, ¿Conocerla un poco más? Tal vez, no sería mala idea. Miré el reloj de pared que había frente al televisor, el cual marcaba: Las 15:15. Así que me dispuse a dormir un poco, hasta que llegase la hora.
Narra Lourdes:
Bajé del cuarto de baño hasta la cocina y visualicé a mi amiga preparando las crêpes. Bailaba hacia un lado y hacia otro, supuse que tenía una de sus canciones en la cabeza. Me acerqué hasta ella y le soplé suavemente en la oreja.
-¡Ay! ¡Que susto! ¡Tonta!.- me gritó alarmada mientras yo reía a carcajadas por su reacción.
-Siéntate anda y come, que estás muy delgada. Tienes que llenar ese pozo que tienes.- dijo en un tono materno.
-Vale mamá.- le respondí en un tono burlón giñándole un ojo.
El resto de la tarde pasó pacíficamente, estuvimos hablando de nosotras tranquilamente, hasta que mié el reloj que marcaba las 18:00.
-Elena.- La llamé.
-¿Si?- me respondió ella.
-Harry me ha citado esta tarde con él en el bosque dónde estuvimos anoche. Debo ir a las 18:30, tengo que estar allí puntualmente, no puedo escapar, ni esconderme ni pedir ayuda, así que debo pedirte otro favor más.- Me quedé callada pensando si lo que iba a decirle era lo que realmente debía hacer. -Pase lo que pase, no llames a la policía, ni a mis padres, podrías poneros en peligros a todos, y eso es lo último que quiero en este mundo. Prométeme que no lo harás.- Ella asintió con la cabeza y su rostro se entristeció, yo me lancé a darle un fuerte abrazo. No sabía si volvería a ver a alguno de mis seres queridos después de esta tarde.
-Te quiero Lourdes.- dijo plantando un beso en mi mejilla.
-Y yo a ti Elena, y yo a ti...-
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Hidden Obsession (Harry Styles)
Fanfiction¿Ella? Frágil y sensible como el cristal, una chica a la que no le gustan los problemas, simplemente una chica inocente al mundo que se esconde detrás de ese chico. ¿Él? Con un pasado oscuro, un chico obsesivo, que convierte su odio en una obsesión...