Capítulo 20

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Todos los alumnos del instituto comenzaban a rodearnos para ver la desgracia que se había formado en medio del pasillo. 

Seguía con la cabeza de la chica en mis manos, la ambulancia estaba de camino, pero la chica empeoraba cada vez más. Tenía los ojos abiertos y balbuceaba cosas sin sentido. Yo estaba asustada, y Elena junto a mi. Todo esto era muy extraño, ¿Qué había hecho esta chica para acabar así?

Harry apareció de repente en medio del pasillo removiéndose el pelo mientras se aproximaba hacía nosotras. Parecía asustado, podíamos ver en su rostro que buscaba a alguien con la mirada, y cuando se puso junto a nosotras miró hacia la chica casi muerta que estaba desangrándose en mis manos y seguidamente a mí. Pude notar como su pecho de hinchaba de golpe y sin previo aviso, salió corriendo del instituto.

Lo seguí con la mirada hasta que se perdió entre la gente y entonces, volví a la realidad. La chica que se tendía en el suelo estaba a punto de morir, cada vez le costaba más respirar. Esa pobre chica no merecía eso, en absoluto. 

Sentí la mano de Elena en la espalda, temblando, y la miré. Ella señaló a unos hombres que venían con una camilla. En todo este tiempo no me había percatado de que la sirena de la ambulancia sonaba tan fuerte, y de un momento a otro, la chica desapareció a lo largo del pasillo en aquella camilla.

Elena me ayudó a levantarme y nos quedamos mirando a través de una de las ventanas del largo pasillo como la ambulancia se alejaba calle abajo sin sirena.

-¿Qué narices acaba de pasar?-pregunté mientras me apretaba las sienes. Elena aún estaba perpleja, por lo que nos dirigimos a la taquilla a recoger nuestras cosas para irnos a casa sin decir nada. 

-Esta noche te quedas a dormir en mi casa.-Me miró preocupada y yo preferí no darle muchas vueltas y asentí. -Vamos a casa a por tus cosas.-

Caminábamos en silencio, cada una sumida en sus pensamientos, cuando de repente recordé algo que pasó el día anterior. 

-Liam- hablé.

Elena me miró con cara de no entender nada para pasar a una cara de indiferencia.

-No es el momento.-dijo decaída pero yo sabía que no era así.

-¿Qué es lo que vas a hacer?-pregunté.

-Obviamente hablar con él, pero no ahora. No después de haber sido secuestradas por un pavo con rizos y tras haber vivido un asesinato delante de nuestras narices. Simplemente no me siento preparada todavía.- Asentí con la cabeza, quería seguir hablando pero, me quedé en shock al descubrir que la puerta de mi casa estaba completamente abierta.

Miré a Elena asustada, pero decidí entrar cuando noté el brazo de Elena agarrando el mío firmemente. 

-¿¡Estás loca o que?! ¿Y si hay alguien dentro?- dijo preocupada. 

-Tendremos que averiguarlo, ¿no crees?- dije arqueando una ceja.

-De eso nada, para algo está la policía.- dijo ella frunciendo el ceño.

Medité un par de segundos sus palabras mientras ella llamaba al número de emergencias. Entonces, salí corriendo hacia el interior de la casa. Si Harry era el que estaba jugando de nuevo, se las vería conmigo. 

Entré en la casa y lo primero que vi fueron los cristales provenientes de la cocina. Caminé con cautela para no hacer ningún ruido que pudiera delatar que había entrado en casa. La cocina estaba destrozada. El chorro de agua del grifo de la cocina salía sin control empapando así todo el suelo.

-¿¡Tu estás demente o qué?!-gritó Elena corriendo tras de mi. Iba a decir algo más conociéndola, pero al ver la escena de la cocina se calló repentinamente. Empezó a murmurar cosas sin sentido alguno, pero no le presté mucha atención. Me giré y me dirigí al salón dejando a Elena en la cocina. La televisión estaba destrozada, la mesa del salón partida por la mitad y todas mis cosas esparcidas por el suelo. Solo un nombre se me vino en ese momento a la cabeza; Harry. Si el había causado todo esto, me lo iba a pagar muy caro.

Hidden Obsession (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora