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No hace mucho aquel grupo de jóvenes ninjas habían regresado a la Aldea Ocultar entre las Hojas, Yumiko fue directamente a las calles de la aldea sin importarle los gritos llamandola del Hatake

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No hace mucho aquel grupo de jóvenes ninjas habían regresado a la Aldea Ocultar entre las Hojas, Yumiko fue directamente a las calles de la aldea sin importarle los gritos llamandola del Hatake. Pasó a una Floristería comprando un ramo de flores de Lavanda; estos expresan un sentimiento de pureza, devoción y paz. Una vez hecha su compra paso a una tienda donde compro una caja de cigarros junto con un encendedor, así que tomó rumbo al lugar donde yacen los seres queridos que no estaban aquí.

Están ahí, miro la lápida donde estaba el nombre de Sarutobi Asuma, se incorporó para sacudir el poco polvo que había en ella para luego colocar el ramo de flores sobre la lapida, al final se sentó en frente para prender uno de los cigarros y de igual forma dejarlo allí. Tomó otro cigarro de la caja para prenderlo y colocarselo entre sus labios, no era algo que a ella le agradece mucho pues ya lo había hecho antes y no le gusto pero, por esta ocasión lo soportaría, pues estaba dando un pequeño luto entre ella para despedirlo en soledad.

— Asuma, la misión fue exitosa, descansa hermano mío. Gracias por todo, y no te preocupes por Kurenai y el pequeño ser que se encuentra dentro de ella, me encargaré de cuidarle tal y como tú lo hiciste conmigo —. Tomó una calada del cigarrillo para luego soltar aquel humo. — Te voy a extrañar como no tienes idea, debí haber pasado más tiempo contigo..., lo siento tanto por eso. Así que, esperame cuando llegue a donde tú estás, para que pasemos todo el tiempo que gustes — dijo para luego soltar una pequeña risa.

Se quedó ahí hasta que su cigarro y el que estaba en la lápida se terminarán, tomó la caja y el encendedor para irse del lugar, seguramente Tsunade estaría enojada porque no fue a reportarse cuando volvió pero no le importaba. Siguió su camino sin rumbo pues no quería volver a casa, sin que ella lo notará llegó a uno de los campos de entrenamiento pero no estaba solo, se encontraban dos jóvenes entrenando, en un principio no los reconoció pero acercándose noto que uno de ellos era Yamanaka Tanake. Ellos al sentirse observados se detuvieron para mirar a la joven albina, el chico de ojos verdes corrió hacia ella.

— ¡Yumiko, hace tanto que no te veía! — Saludo emocionado para abrazarla y separarse de ella. — Oh, por cierto lamento lo de Asuma, se que él era muy importante para ti.

— Gracias, Tanake. Y tienes razón, hace mucho que no te veía — miro sobre el hombro del Yamanaka para mirar al joven castaño que se acercó hasta ellos— ¿Y tú eres..?

— Supongo que tu memoria no es tan buena, desgraciadamente perdí contra tí en los exámenes chunin.

— ¡Suno! Vaya, no te reconocí, disculpa.

Con ese pequeño reencuentro bastó para que el trío se quedará charlando un tiempo, no era malo después de todo pasar un poco de tiempo con conocidos y más cuando hacia mucho tiempo que no los veías. Era agradable incluso para Yumiko, estaban hablando hasta que una voz femenina llamaba al par de chicos, y ahora Haruno Sakura estaba en frente de ellos, la susodicha se sorprendió de ver a la joven de ojos rojizos con sus amigos.

Eres Mi Mestiza »»ʂԋιƙαɱαɾυ ɳαɾα««Donde viven las historias. Descúbrelo ahora