Ｅｒｅｓ Ｍｉ Ｍｅｓｔｉｚａ »»ʂԋιƙαɱαɾυ ɳαɾα««

03.

Su mirada rojiza tan fría y penetrante en esos momentos hacia el ambiente más difícil, sus brazos cruzados mientras tenía la mirada tan filosa, nadie quería hablar en aquel momento porque sentían la presencia de aquella chica tan pesada.

— ¿Por qué no me informaron en cuando llegué a la aldea? — habló por fin ella pero aun así su pregunta sonó con frialdad.

La mujer se quedó en silenció, ya había pasado una semana desde la llegada de la Senju y no había sido informada de toda la situación con los integrantes del equipo 7. Su paciencia se acabó así que golpeó con ambas manos el escritorio sobre saltando a todos.

— ¿Hay algo más que no me dijeron?

— No. — respondió seca la mujer de hebras rubias.

Sin más la albina recuperó su postura comenzando a caminar hacia la puerta saliendo de aquella sala, los presentes sintieron que cuando se fue de ahí el ambiente cambio por completo. La razón por la cual la platinada estaba tan enojada era que no había sido informada sobre los estragos que hubo sobre Akatsuki y Uchiha Sasuke hace unos meses atrás. Se decía así misma que debió haber llegado antes a la aldea, quizás así hubiera podido ver cara a cara a aquel chico, necesitaba saber el motivo por el cual la salvó, era una cuestión que le carcomía día y noche aunque no lo pareciera.
El rescate del Kazekage, la búsqueda de información en el puente y finalmente el encuentro con Uchiha Sasuke, todos los acontecimientos se los había perdido por su entrenamiento, ¿y que integrante femenino completó el equipo en aquellas ocasiones? Haruno Sakura. La joven de ofreció cómo voluntaria entre los candidatos seleccionados y para el Uzumaki fue una completa alegría aunque la platinada ya sabía perfectamente el motivo por el cual se ofreció de voluntaria, su motivo, Sasuke.

La oji esmeralda era discípula de Tsunade por lo cual está no se negó a que remplazara en aquellas ocasiónes a la Senju, pero claro que a Senju Yumiko le disgusto por completo y más al saber cómo trataba a su amigo de ojos cielo. Entre los presentes en aquella habitación estaba la Haruno y aunque no muchos lo notaron La Princesa del agua le lanzo una mirada tan directa y fría ocasionando que sus piernas temblaran en esos momentos.

Ahora se encontraba en su lugar más íntimo, la Laguna que encontró con su hermano, no había cambiado nada en todo ese tiempo cosa que agradecía en verdad. La luz tan brillante se reflejaba con tanta tranquilidad sobre la superficie del agua dándole un encantó mágico. Se levantó del suelo comenzado a despojarse de su armamento y ropaje quedando solamente con un traje completo negro sin mangas y le llegaba hasta los muslos, aquel traje lo traía dejado de su ropa ninja. Por último se desató su larga cabellera dejando con cuidado aquel regaló entre sus pertenencias, se dirigió a una de las zonas más altas de las rocas saltando desde allí.

Salió de nuevo a la superficie dando una gran bobada de aire, la temperatura del agua era algo fría pero no le importó mucho ya que su cuerpo se acostumbraría pronto. Realmente no tenía idea de cuanto tiempo paso nadando y disfrutando esa sensación de paz, quizás una o dos hora. Un sonido la sacó de su trance dirigiendo su mirada hacia aquel lugar en el cual un chico de bigotes llegaba buscando con su mirada hasta que se paró en ella.