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El despertador sonó un poco antes de las 6 de la mañana, solo cuando escuchó el constante ruido recordó que debía avisar a la escuela que estaba en celo para que justificara sus ausencias.

El Alfa despertó con un gruñido, cuando se levantó miró con un puchero a su menor. No quiere ir a la preparatoria, el dulce aroma de Sunoo lo incitaba a acostarse con el de nuevo.

— No quiero ir... —el Omega se puso de pie a su lado y después de acariciar su mejilla lo convenció de ir.

Jay se ponía el uniforme bajo la mirada del castaño que le sonríe.

Ya listos bajaron encontrándose con Heeseung obligándolos a sentarse a tomar el desayuno, el Omega mayor vestía un uniforme distinto.

— ¿Irás a la escuela? —Sunoo negó, Heeseung no sabe que está en celo.

— Lo llevaré a su casa —avisó el Alfa mientras recogía los platos.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Ya llevaban golpeando la puerta un rato y nadie abría, Sunoo pensó que probablemente se haya olvidado de él y se fue a la escuela.

Se abrió de golpe mostrando a Sunghoon intentando mantener sus ojos abiertos y una sonrisa perezosa.

Al Omega le cosquilleo el estómago al verlo usar una de sus camisetas, se reservó cualquier comentario.

Agradecieron antes de encerrarse en el departamento.

El azabache se dirigió al sofá para continuar durmiendo, el castaño le tomó la mano, está frío.

— Vamos a la cama —cuando el Alfa iba a protestar agregó—. Si no, vendré a dormir sobre ti.

Sin esperar respuesta lo guío a la habitación entre pequeñas risitas al verlo confiar ciegamente... Literalmente pues lleva los ojos cerrados.

Lo arropó con cuidado, se acomodó junto a él. Su lobo le pedía contacto con el Alfa pero no quería ser él quien estuviera detrás del Alfa como típico Omega.

Park giró y vió al menor dándole la espalda, aprovechó y junto su pecho a esta y lo envolvió en sus brazos.

Sunoo sonrió, no se siente tan distinto el abrazo de Jay al de Sunghoon pero si tuviera que escoger siempre será su azabache.

Los efectos del supresor comenzaron a extinguirse, por una razón no muy sensata sacó los supresores de su bolsillo y por un hueco dejó caer el frasco bajo la cama.

Se durmió con una sonrisa adornando su rostro.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Era cerca de mediodía cuando Sunoo parecía estar en una competencia de quién libera más feromonas.

El castaño miró al chico a su lado quien ya lo observaba fijo con las pupilas dilatadas. Sus labios se unieron en un instante comenzando un vaivén un tanto tosco. Las manos de Sunghoon bajaron por su espalda hasta su trasero, apretó un poco éste escuchando un jadeo del Omega, aprovechó y su lengua se abrió paso a la boca de Sunoo.

Sunoo despertó con una erección dolorosa, se autocastigaba por haberse excitado con un sueño donde solo se besaron.

Sunghoon buscaba por la habitación los supresores, incluso había revisado los bolsillos del menor y nada.

— ¿Dónde están los supresores?

Sunoo está desenfocado, se perdió en los finos labios del Alfa cuando se movieron, no fue hasta que le repitió la pregunta que prestó atención.

Celo con el enemigo. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora