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-Pesas mucho- Me quejé, mientras llevaba a Christopher a mi casa, ya que no lo podía regresar así a su casa.

-Ni me lo imagino, y eso que el que traigo yo no es tan pesado- Dijo Hyunjin, llevando al hermanito de Chris.

-Tienes suerte- Se quejó Jisung, llevando a Minho.

Como los tres íbamos casi para el mismo rumbo, veníamos juntos.

Después de ir a cenar, estuvimos llendo a bares, Jisung no tomó por que no le gusta, y Hyunjin y yo temíamos que pasara algo similar a la vez pasada, entonces tampoco bebimos.

-Nos vemos- Dijo Han, llevándose a Minho medio muerto.

-Estaría bien que nos quedáramos nosotros 4 en una sola casa, ya que son hermanos- Comentó Hyunjin- Pero... Mañana diremos que no se nos ocurrió ¿entendido?- Dijo avergonzado.

-Me va excelente para mi también, ni una palabra de esto, pero... Me da miedo Jisung- Confesé.

-No creo que diga algo, ya que se llevó a MINHO a SU casa, será el doble de molestado, no creo que diga algo sobre esto, hasta mañana Félix- Dijo, llendose por su calle.

-Nos vemos, descansa-

Al llegar a casa, mi madre esperaba en la sala, ¡de todos los días tenía que ser hoy el que vigilara!

-... Mañana hablaremos- Dijo contenta, subiendo a su cuarto como si se acabará de enterar de un secreto, pero con actitud de niña de 5 años.

Ay madre de Dios, ¿que significa eso?

Subí a Christopher a mi cuarto y lo puse acostado de lado en el borde de la cama, por si llega a vomitar que no se atragante.

Mientras le quitaba la ropa con olor a alcohol, aproveche y me quite la mía también, la lleve a la lavadora y me acosté al otro lado de la cama.

Puede que mañana Chris lo malinterprete, pero estoy muy cansado y son las 5 de la mañana, prefiero dar explicaciones cuando esté descansado.

-Mosca babosa- Dije medio dormido, ya que sentí que tenía algo en la mejilla.

Hasta que escuché una leve risa, abrí de a poco los ojos y vi a Christopher medio desnudo.

¿Eso es un sueño? Ojalá lo sea.

-No soy una mosca babosa para aclarar- Sonrió y acarició mi mejilla.

Estábamos cara a cara y además estábamos demasiado juntos.

-¿Conoces el espacio personal?- Fue lo único que pude decir por los nervios.

-Buenos días a ti también, que seco, además ¿Por qué estamos así?-

-Ja, no te ilusiones- Le explique todo lo que pasó anoche y por que estábamos casi desnudos, sus ojos dejaron de brillar y no pude evitar reírme- Si lo hubiéramos hecho, sería mejor si lo recordarás y no cuando estés borracho-

-En eso tienes toda la razón, pero a veces se necesita un empujoncito-

-Si pero un "empujoncito" no es empinarse toda la botella-

Los dos reímos, y después de un rato nos quedamos en silencio, admirando las facciones del otro.

No pude evitar mirar sus labios, esto es demasiado tentador, a pesar de todo, el chico que me gusta está casi desnudo en mi cama, y lo peor es que yo mismo me puse en esta situación.

-¡Félix!- Gritó mi madre desde el primer piso.

-¡¿Qué pasa?!- Contesté.

-¡Será mejor que bajes ahora y tu novio también!- Amenazó, pero no estaba enojada, solo nos hablaba.

-¡No es mi novio!- Grité de vuelta- Mejor bajamos-

Salí de la cama y Christopher se quedó viendo.

-¿Qué?- Pregunté.

-Saldremos... ¿Así? ¿Medio encuerados?- También se paró de la cama, algo juguetón.

Me percaté de nuevo de nuestra situación y me dirige a mi armario.

Nada más le presté una sudadera que le llegaba hasta la rodilla y yo una casi igual, pero llegaba al muslo.

Llegamos al primer piso, yo sabía que Chris se moría del dolor de cabeza.

-¿Qué pasó ayer niños?- Preguntó mi padre, ya eran las 5 de la tarde y estaban a punto de irse, ya que se supone que yo iría con ellos a una cena con la familia de mi papá.

Les tuve que explicar yo toda la historia, hasta como me tuve que convertir en porrista, mis padres de burlaron por eso, comprensible la verdad.

-Sufriste mucho y seguirás sufriendo, descansen niños, no te preocupes por la cena Félix, les diré que estas enfermo- Mi mamá me guiño el ojo y se llevó a papá afuera de la casa, los seguimos hasta la puerta para despedirnos y al final le terminé haciendo una sopa para la resaca a Chris.

-¿Ya le dijiste a tu madre?- Pregunté, sentandome a su lado.

-Si, también mi hermano y mi padre, dijeron que estaba bien, se preocupa más por mí hermanita que por nosotros, mi hermana no vive aquí, esta estudiando en Australia con mis tíos, además ella tiene 12, nosotros ya estamos viejos-

-Uy, no vaya a ser que mañana te mueras- Dije con sarcasmo.

-Entonces pasé el último día de mi vida, con la persona que más me gusta- coqueteo el imbécil.

-Cuidado, no se te vaya a ocurrir pedir salir cuando estas casi desnudo en mi casa, por que hasta aquí llegamos- Lo miré burlón.

-¿Y quien dijo que yo te lo pediría?- Se burló pero luego dejó de hacerlo- ¡Digo! ¡Si lo voy a hacer! Pero ahora no, por que yo sé que es un mal momento y no es adecuado, aun que la atmósfera es la mejor, yo sé que sería estúpido- Le cubrí la boca para que se callara, por que luego no tiene fin- Prwfwrwrwa wn bwsw (Preferiría un beso)-

-Ts... Que triste tu situación, aun no somos pareja- Me encogí de hombros, algo divertido por su cara de decepción.

Después me agarró de la mano, y me jalo a él para sentarme en su regazo.

-Por favor, gané el partido por ti- Se excusó, escondiéndose en mi cuello.

-¡Ay! Gracias a ti voy a tener que seguir siendo porrista, además anoche yo te cuidé, ya hice mucho por ti-

Solo escuché como se quejo, y me di cuenta del contacto entre nosotros, nuestras piernas estaban tocandose, por que solo traíamos ropa interior y la sudadera.

Pude sentir como Christopher comenzó a acariciar mis piernas.

↬La FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora