↳Final↲

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⚠️Aviso de escena para mayores⚠️

-¿De verdad?- Lo miré con tristeza.

-De verdad, entonces yo... Creo que será la última vez que te vea- Respondió de igual manera.

Christopher quería llorar, al igual que yo.

Su familia se iba a mudar de regreso a Australia, ya que su padre recibió una oferta de trabajo muy buena y las escuelas de Sidney eran mejores que aquí.

-De verdad lo siento, pero creo que lo nuestro no podrá- Lo interrumpí con un beso.

Un beso... Jamás pensé que yo le daría un beso a alguien que me estaba partiendo el corazón.

Sentía como me rompía en miles de pedazos, sentía un vacío enorme en el estómago, las lágrimas corrían por mis mejillas y mis manos temblaban.

No le separé hasta quedarme sin aire.

-Félix...-

Christopher tenía una mirada dolida, seguramente se sentía igual de destrozado que yo, también estaba llorando pero con una sonrisa, lo voy a extrañar.

-Félix, se que llevamos muy poco, pero hemos vivido mucho juntos, a pesar del poco tiempo, yo... Yo te amo, te amo Félix, como no te imaginas-

Sus palabras fueron como estacas en el corazón, cada palabra que decía, me hacía sentir más dolor.

Iba a responder hasta que se abalanzó sobre mi y me tiró a la cama, se me quedó viendo y... asentí.

Me sonrió con ternura y con los ojos hinchados.

Me dió un beso cálido, lleno de sentimientos mezclados, fue lento y suave.

Mis manos se deslizaron de sus brazos a su espalda, acariciandolo, sintiendo el dolor y el afecto.

Después se alejo, para quitarse la camisa, cosa que imité.

Se quedó un rato viéndome, analizando cada cosa que podía, y eso me puso tímido.

Lo agarré de la mano, para después jalarlo y acercarlo, sus labios quedaron a centímetros de los míos, sentía una enorme tensión.

-Félix, no quiero que te arrepientas de ésto, no quiero forzarte a hacer algo que no quieras- Empezó a decir.

Pero su cara me daba a entender que de verdad quería hacer esto conmigo, y yo también quiero hacerlo.

-No me estas forzando- Comenté, para después empezar a besarlo.

Sus manos bajaron a mis pantalones, para después quitarmelos, el hizo lo mismo.

Dios... Este hombre es algo diferente, su cuerpo está bien formado, su personalidad es graciosa, su cara es hermosa y sus sentimientos son los mejores.

No creo que me pueda volver a enamorar de esta manera.

Me recostó en la cama, quitandonos la ropa interior.

Abrió mis piernas de una manera brusca, pero sus ojos no dejaban de mirar los míos.

No pude evitar sonrojarme y desviar la mirada, solo escuché una pequeña risa por su parte.

Sentí algo extraño abajo, cosa que me hizo voltear a verlo de nuevo, eran sus dedos, los estaba introduciendo lentamente.

-Se siente raro- Dije, cubriendome la boca con las dos manos.

Después de un rato, la rareza de ese toque se convirtió en placer, causando que sin querer yo mismo empezara a mover mis caderas, en busca de más.

-¿Éstas listo?- Me preguntó.

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