v. red cheeks

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estaba durmiendo plácidamente cuando de repente un fuerte sonido me alejó de la profundidad de mis sueños. por lo que un tanto desorientada y asustada, provocó que abriera mis ojos para ver entre la oscuridad del living.

alcancé a distinguir una silueta en el suelo gracias a la leve luz de la luna que entraba por la ventana, pero no podía ver mucho más, no más que ciertos movimientos.

—¿quién diablos pone un sillón en el medio del puto camino? —protestó una voz masculina conocida.

su característica voz y el inmenso aroma a alcohol mezclado a tabaco que inundó mis fosas nasales, enseguida me hizo saber de que se trataba de joey.

—¿joey? —pregunté igual, sentándome en el sillón mientras refregaba mis ojos con el dorso de mi mano.

—¿love? —cuestionó este, acercándose a mí—. ¿qué haces durmiendo aquí? —indagó y entonces subí mi mirada hacía él, para apenas ver su rostro por la escasa luz.

nuestra miradas enseguida se conectaron y yo titubee un poco sobre mi respuesta ante sus profundos orbes azules.

—oh bueno, es que no me gusta dejarte sin cama —conté con honestidad, pestañeando un poco—. no es justo, además de que el sillón debe ser incómodo para tí y...

no pude terminar de hablar cuando de repente este se inclino hacia mí para poder cargarme entre sus pálidos brazos al estilo de novia. lo observé extrañada, sin siquiera poder reaccionar a tiempo cuando en un rápido movimiento sujetó mi pequeño cuerpo contra el suyo.

—¿q-que haces, joey? —exclamé nerviosa, sujetándome de su tibio cuello para no caerme mientras me llevaba entre la oscuridad.

—llevarte a mi cama, ¿qué más? —respondió de manera obvia, dándome un efímero vistazo—. ya que tú no lo quieres hacer por tu propia cuenta... debo hacerlo yo.

—¡pero, joey! —protesté viendo cómo en sus labios se formaba una leve sonrisa divertida—. ¡no hace falta esto!

—si, si hace falta.

—claro que no, joey.

—si, claro que sí.

—¡ay, tan solo bájame joey! —protestaba meciendo sin parar mis piernas, pero tuve que parar enseguida lo hice perder un poco el equilibrio y tuve que aferrarme a él con más fuerza por miedo de caer.

el pálido enseguida soltó una risa burlona, retomando su camino mientras yo lo miraba frunciendo mis labios.

—bájame joey, ¡o nos caeremos! —continué suplicándole, viendo cómo este ni se inmutaba en realizar mí pedido—. ¡no tienes equilibrio en tu condición, joey!

—claro que lo tengo —aseguró el ojiazul, deteniéndose al llegar en la puerta—. si no fuera así, ¿cómo diablos podría hacer esto con estás malditas plataformas? —anunció antes de abrir la puerta exageradamente de par en par con una sonora patada.

enseguida entreabrí mis labios sorprendida y llevé una mano hacia estos al escuchar un vidrio hacerse añicos.

—oh dios —musité, conteniendo unas inesperadas ganas de reírme de la situación—. ¡joey, estás loco!

—si, un poco —expresó este llevándome hacia su cama.

—¿un poco? —cuestioné soltando finalmente la risa que luego contagió al músico—. ¡joey, creo que rompiste un cuadro!

—oh, créeme, suelo romper mejores cosas —me aseguró con un doble sentido que pude captar al instante y yo riendo le pegué suavemente en su pecho—. mierda —maldijo cuando escuché el juguete de mokey chillar y enseguida el pálido perdió el equilibrio por completo.

destiny ❥ joey jordisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora