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(love's pov)
me despertó un leve dolor punzante en la cabeza, sentía la boca seca y estaba un tanto mareada cuando comencé a abrir mis ojos lentamente mientras me acoplaba un poco a la luz que entraba por la puerta de vidrio del balcón.
sentí mi corazón latir frenéticamente cuando lo primero que me encontré fue con un relajado joey durmiendo plácidamente sobre mi pecho, envolviendo mi cintura con sus brazos mientras mechones de su cabello caían en su pálido rostro y su serena respiración las hacía mecer levemente.
lentamente deslizé asustada mi pierna desnuda sobre la suya y bajé mi falda que estaba completamente subida y que me dejaba prácticamente en panties. ni hablar de que tenía su campera y debajo solo sentía puesto mi sostén.
no pensaba mal de el ya a esta altura, pero, dios. ¿que dientres había pasado anoche para que acabemos así?
una oleada de recuerdos pasaron como ráfagas en mi cabeza, pero aún así todo era tan nebuloso y confuso.
—j-joey —le musité, pero el pelinegro solo enterró más su rostro en mis pechos y balbuceó algo—. joey, dios.
comencé a moverlo suavemente y corrí un par de mechones de su rostro, sobre todo el que estaba enredado en los piercings de su ceja, y revelé la pintura negra corrida de sus ojos.
pero joey no se inmutaba, solo continuaba durmiendo pacíficamente, parecía que no había dormido en años.
y admitía que se veía muy adorable así.
pero lo iba a despertar igual, necesitaba una explicación.
—joey —continué nuevamente, tomando su caliente mejilla y moviendola suavemente para que despierte—. joey.
el pelinegro comenzó a moverse lentamente, entre maldiciones por interrumpir su pesado sueño, hasta que liberó su agarre sobre mi cuerpo, corrió su cabeza de mi pecho y con pesadez la recostó en la almohada.
frunció sus cejas rapadas y refregó sus ojos unos segundos, corriendo más la pintura sobre estos.
hasta que finalmente abrió sus destellantes ojos de diferentes tonos turquesas, me miró un tanto desorientado por unos largos segundos y cuando pensé que iba a hablar, solo volvió a cerrar sus ojos. dando entender que aún estaba dormido.
—¡joey! —exclamé.
¿cómo podía costarle tanto despertar?
—¿mmh? —balbuceó en dormido, mientras se estiraba con pereza en la cama—. ¿love? ¿qué haces aquí?
—¿cómo que hago aquí? —cuestioné incrédula, arrugando mis finas cejas mientras me sentaba en la cama—. ¡e-eso deberia preguntarte yo! ¿qué hago aquí, joey?
el baterista volvió a abrir sus ojos de golpe y me brindó otro vistazo, está vez más despabilado y soltó una maldición.
—mierda, me quedé dormido —se quejó mientras pasaba una mano desde su frente hasta su cabello despeinado y yo lo miraba aún sin comprender nada de lo que estaba pasando—. love, déjame explicartelo todo —soltó mientras se sentaba a mi lado.
