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Paul estaba demasiado confundido. Sabía que dentro de sí mismo que el que le gustara su jefe estaba absolutamente mal, sabía que su jefe estaba casado y no le gustaba la idea de ayudarlo a ser infiel y romper el corazón de su esposa, pero es que era muy difícil resistirse a la tentación.

La primera semana la pasó con tranquilidad, su jefe no volvió a insinuársele y Paul agradecía eso, estaba seguro de que no podría resistirse si John intentaba algo así de nuevo.

Era el inicio de la segunda semana de trabajo y Paul se despertó sintiendose raro, tenía el presentimiento de que algo extraño pasaría. Desayunó con inquietud y de esa misma forma se dirigió a su trabajo. Siempre solía llegar quince o veinte minutos más temprano que su jefe para tener toda su agenda organizada.

Llegó al edificio y saludó a la recepcionista con una sonrisa y unos buenos días y se dirigió directo a la oficina del castaño. Grande fue su sorpresa al ver a su jefe ya en su silla y trabajando. John levantó la mirada al escuchar la puerta y sonrió en cuanto se dió cuenta que era Paul.

-Paul, buenos días, ¿Como dormiste?- Dijo John con entusiasmo.

Paul sonrió- Muy bien, señor Lennon. Disculpe la pregunta, ¿Qué hace aquí tan temprano? - Preguntó genuinamente intrigado.

John sonrió internamente, era hora de poner en práctica su plan.

Paul miró como la expresión de su jefe pasaba de una sonrisa a una mueca de tristeza.

-Cynthia y yo peleamos. Posiblemente nos separemos. No comprende que mi vida como empresario es muy ocupada y busca toda mi atención. Dormí aquí y decidimos darnos un tiempo.-

Paul deseaba no sentirse tan bien como se sentía ahora. Sabía que probablemente John se sentía mal por su relación, pero el no podía evitar sentir un poco de alegría por saber que John podría llegar a ser un hombre libre. Ignoró su extraño sentir y continuó platicando.

-Lamento mucho escuchar eso, señor Lennon. Si hay algo que pueda hacer por usted, no dude en pedirlo.-

Bingo.

-De hecho, Paul. ¿Me acompañarias por un café más tarde? Me gustaría desahogarme un poco. Además, hoy iré a mi departamento de soltero a acomodar mis cosas y me gustaría un poco de ayuda. - Dijo John amablemente, deseando con todas sus fuerzas que Paul dijera que si.

Paul lo pensó un poco antes de responder, pero sabía que John necesitaba ayuda en estos momentos tan difíciles, así que aceptó. - Claro que sí, señor. Usted solo avíseme cuando debamos irnos. Lo ayudaré lo más que pueda. - Paul sonrió- Ahora si me disculpa tengo mucho trabajo que hacer. - Dijo para finalmente salir de la oficina de John.

En cuanto Paul cerró la puerta John sonrió. Su plan estaba funcionando perfectamente. Quedaba la segunda parte, pero estaba seguro de que también funcionaría.

Paul finalmente sería suyo.

ᝰMy sexy secretaryᝰ- McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora