7._Un cuento

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Whiss, Bills y Shin no fueron capaces de pronunciar una palabra. De mover un músculo y sólo se quedaron viendo al Lord Cuidador con una expresión que gritaba sus más terribles temores.

-Esta muñeca es muy especial-continuó aquel individuo poniendo a la muñeca, de pie,en el piso-Fue construida para deleitar a la familia real con su bella voz.Sin embargo, hace un momento y por la... efusividad del rey,al bailar con ella, terminó en este lamentablemente estado.

El Lord Cuidador extrajo una llave de cuerda de su bolsillo y después de arreglar el atuendo de la muñeca,cual si lo hiciera del vestido de una hija, dió cuerda a la hermosa y delicada autómata cuya cabeza estuvo colgando sobre su pecho,hasta que la llave fue introducida en su espalda. El mecánico movimiento de ese cuello era a todas luces el de una máquina, pero una que podía imitar la sutileza femenina de manera prodigiosa. Sus manos se levantaron tiesas y dió tres pequeños pasitos con un ritmo infantil,antes de girar un poco su cabeza,como mirando a su alrededor, para después hacer una reverencia al trío de estafadores delante de ella. Whiss trago saliva y sonrió de forma nerviosa,pues sabía exactamente que estaba sucediendo. Bills tardo un poco más en darse cuenta,pues su atención estaba puesta sobre la puerta donde los guardias cruzaron sus lanzas cerrando el paso para cualquiera que quisiera entrar o salir.

-Por lo visto todavía funciona-dijo el Lord Cuidador al ver a la muñeca de pie y  caminar a pasos cortos,algo desorientados, por el salón causando estupefacción en la audiencia.

Shin miraba aquel autómata fijamente y sus compañeros lo miraban a él,que estaba en medio de los dos. Pero su atención fue robada por la muñeca, que súbitamente levantó un poco los brazos para después bajarlos y cruzar las manos sobre su pecho emitiendo un agudo,pero dulce sonido. Lo que vino después fue un canto.

"Las aves en la enramada,en los cielos el astro diurno. Todo habla a la jóven de amor...
Todo eso canta,resuena y suspira alrededor de su emocionado corazón..."

Aquella voz era primaveral. Dulce,jovial y soñadora,como una jóven enamorada por primera vez y embelesó a todos los presentes. Es que un sonido tan bonito sólo podía nacer de una figura tan delicada como lo era esa muñeca,que aunque rota era bella y cándida. Sus ojos estaban cubiertos por un antifaz, pero no necesitaba ser vistos para experimentar la emoción ingenua en su canto. Los únicos aterrorizados fueron el padre de Olimpia y Shin,para quienes esa canción no era desconocida. El nombre de la muchacha escapó de la boca del más joven de los estafadores,en un susurró. Aquello causó que Bills mirara hacia la ventana pensando en escapar por ahí.

El canto de la supuesta muñeca se interrumpió abruptamente. Su cabeza y brazos cayeron hacia delante de forma tiesa,
pesada también,quedando totalmente inmóvil. En seguida y con cierta prisa el Lord Cuidador fue hacia ella para darle cuerda. La muñeca levantó su cabeza otra vez, retomando su canto con la misma gracia que antes. Hubo un momento en que pareció quedar trabada,pero siguió su interpretación cuál algodón sobre seda. Era miel sobre leche para todos aquel canto,pero para Whiss, Bills, Shin y el señor Joler era como estar oyendo un réquiem.

Al terminar su canción,la muñeca, se quedó cual estatua y una parte de su pecho se desprendío. El trozo de cerámica cayó contra las baldosas dejando decenas de fragmentos allí. La imagen de la autómata transmitía una profunda tristeza. Algo tan delicado estar así de roto...rompía el corazón. En lugar de un aplauso u ovación, lo que hubo al final del recital fue un suspiro colectivo.

-¿No es magnífica?-les preguntó el Lord Cuidador.

-Lo es-murmuro Shin.

-Es una lastima que por una jugarreta descuidada... -decía el Lord Cuidador mirando fijamente a Shin-Esta exquisita criatura termine sus días así ¿No lo creen así ustedes también,mis estimados,honorables y virtuosos artesanos?

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