Mi novia trans (JiroxMomo)

Cap. 5 - La casa de Jiro

   Jiro y Momo estaban volviendo de su cita en el centro comercial. Como la casa de Jiro no se encontraba muy lejos, ambas fueron caminando. Llegaron hasta una casa de paredes blancas y una fina puerta de barrotes de metal. Momo se quedó de pie mientras sus piernas le temblaban.

Jiro: Llegamos. Esta es mi casa.

Momo: Qué bonita – no podía disimular sus nervios.

Jiro: ¿Estás nerviosa?

Momo: Muy. Voy a entrar a la casa de mi novia por primera vez.

Jiro: Aaw, corazón, no te preocupes. Yo estoy más nerviosa que vos. No quiero que conozcas a mis papás.

Momo: ¿¡Qué!? – se preocupó -. Oh, no, ¿acaso ellos son transfóbicos? Si se enteran que soy trans, te matarían. Es una mala idea, creo que...

Jiro: ¿Transfóbicos mis papás? Jajaja – rió fuertemente -. ¡No! No es eso. Es que siempre me hacen avergonzar en frente de los demás porque son muy intensos – suspiró sonriente -. Serán intensos pero... son buenos. No tenes que preocuparte por ellos. Ellos van a...

Mika Jiro: ¡KYOKAAAAA! ¡AL FIN LLEGASTEEEE!

La madre de Jiro, Mika, salió alegre mientras saludaba con una gran sonrisa. Caminó por un pequeño patio que tenían en la casa hasta abrir la puerta con barrotes.

Jiro: Hola, ma.

Mika: Oooh, ¡vos debes de ser Momo!

Momo: U-un placer, señora Jiro – dio una pequeña reverencia.

Mika: Oh, no me digas señora, podés llamarme Mika. Wow, sos tan linda como Kyoka nos contaba. ¡Ella no dejó de hablar de vos en esta semana!

Jiro: ¡MAMÁ! – gritó con su rostro completamente sonrojado.

Mika: Vamos, vamos, pasen que la cena está casi lista – decía riendo entre dientes.

Las dos chicas caminaron hasta la entrada. Ambas se encontraron en un living lleno de discos musicales e instrumentos colgados en las paredes. Momo estaba sorprendida de lo lindo que todo estaba decorado.

Jiro: A mi familia nos gusta la música. Tenemos discos de todas las bandas.

Momo: Wow, que interesante – decía con su boca abierta mientras miraba hacia todos lados.

Mika: Pueden dejar sus camperas colgadas en el perchero. Voy a ir a revisar la cena. ¡AMOR, LAS CHICAS LLEGARON! – gritó hacia el piso de arriba.

Se escuchó una voz masculina desde lejos. Por unas escaleras que daban arriba, comenzó a bajar un hombre de cabellos largos y rubios que iban danzando mientras caminaba. Tenía una gran sonrisa.

Kyotoku Jiro: ¡Buenas buenaaaas!

Jiro: Hola, pa – decía cubriéndose el rostro mientras se sonrojaba.

Kyotoku: ¡Oooh, si Momo al fin llegó! ¡Hola, Momo! ¡Soy Kyotoku, el papá de Kyoka!

Momo: Un placer, señor Kyotoku – hizo otra pequeña reverencia.

Kyotoku: ¿Cómo anduvieron en su cita? ¿Salió todo bien?

Jiro: Sí, pa, sí, salió todo bien, ahora andá para allá – lo empujaba para hacer que se vaya hacia otra habitación.

Sin embargo, el padre dio media vuelta y le dio un fuerte abrazo a Kyoka. Comenzó a acariciarle velozmente la cabeza.

Kyotoku: Aaw, miren, está avergonzada de tu padre. ¡Cuando eras chiquita, te encantaba que te abrazos!