Mi novia trans (JiroxMomo)

Epílogo: quince años después

Quince años después

Una adulta y hermosa Momo se encontraba sentada en un ancho sillón blanco. En frente tenía una gigantesca televisión. Se encontraba en el piso de abajo de su enorme mansión. Estaba mirando las noticias, las cuales no dejaban de hablar de ella y su novia.

Presentador: La semana pasada hemos visto cómo las reconocidas mundialmente Kyoka Jiro y Momo Yaoyorozu recibieron el premio Nobel de la paz por su gran activismo con respecto a la comunidad LGBT. Sumado a sus innumerables premios a lo largo de su carrera, las convierte sin dudas en dos de las artistas más grandes de todos los tiempos. Y hoy, en directo, vamos a comentar y mostrarles su séptimo álbum que está número 1 en todos los países del mundo...

Jiro: Todavía no sé dónde poner el Nobel, jajaja – bromeó llegando desde atrás mientras bajaba unas escaleras.

Momo: Buen día, preciosa. ¿No entra en la sala de los trofeos?

Jiro: No, está llena de los discos de platino, los Grammys y el resto de los premios. Podríamos construir una nueva sala de premios, ¿qué te parece?

Momo: ¿Para qué si el premio más lindo lo tengo acá al lado? – le sonrió tiernamente.

Jiro: Aaawww, pasan los años y nunca dejaste de ser tan tierna, mi bombón.

Jiro pasó su pierna por arriba del sillón para sentarse encima de su esposa. Sonriente, se le acercó a su rostro y le dio un tierno beso en sus labios. Luego de varios segundos, las dos se quedaron mirando fijamente. Jiro le acarició el flequillo.

Jiro: Todavía me acuerdo el día que nos conocimos. Fue amor a primera vista.

Momo: Yo cambié tanto. Y todo gracias a vos. Cambiaste mi vida por completo, mi amor.

Jiro: Y vos la mía. Te amo.

Momo: Yo más.

Jiro se había acercado para darle un pequeño beso en sus labios. Sin embargo, las dos levantaron la vista cuando notaron que una pequeña niña de cabello negro y lacio bajaba las escaleras y las estaba mirando. Se tapó los ojos y exclamó tiernamente:

- ¡Mamás! ¿Desde tan tempranito?

Momo: Jajaja, no hay hora para expresar el amor que tengo por tu mami. Ahora vení, a tomar el desayuno.

Jiro: Ey, ¿tu hermana sigue durmiendo?

- Sí – respondió la pequeña niña -. Está roncando.

Momo: Jajaja, ahora la voy a despertar.

- No hace falta, acá estoy – respondió otra segunda niña también bajando las escaleras.

Momo: ¡Buen día, dormilona! Vengan las dos, vamos a prepararles el desayuno.

Momo se puso de pie y tomó de la mano a sus dos tiernas hijas para llevarlas a la cocina. Jiro se quedó sentada en el sillón mientras miraba a los tres amores de su vida caminar sonrientes y felices. Sintió tanta alegría que una lágrima recorrió su mejilla.

Jiro: Yaomomo... - susurró para ella misma -. Estoy tan feliz de haberte conocido...

- ¡Mamá! ¡Acompañanos! – le gritó una de las niñas a Jiro.

Jiro: ¡Ahí voooooy!

Jiro se puso de pie dando un pequeño saltito y caminó hacia la cocina para poder tomar el desayuno con su feliz y alegre familia que había creado junto a la mujer que amaba con todo su corazón.