—entonces es cuando te despiertas aun en tu cama.
—así es.
Dasha estaba recostada en la cama de su amiga mientras veía el techo, se sentía como si hubiera ido a un sicoterapeuta y la escuchaba para darle un diagnóstico.
—y dices que nunca antes te había pasado —dijo Sheyla mientras terminaba de pintar el edificio que le toco -correcto.
—bueno amiga mía, a eso se le llama deja vu —Dasha se apoyó en sus brazos y miro a su amiga con cara de desconocerla —¿deja vu? ¿Eso no pasa cuando esta uno despierto?
—no... era también dormida —Sheyla se sintió un poco de avergonzada por ser descubierta ya que eso lo había leído en la mañana por lo que no sabía mucho del tema, pero creía que podía ser eso lo que le había pasado a Dasha —pero sin importar que estés despierto oh no después de eso sentiste que hiciste lo mismo, menos lo del espejo claro, por lo que debe estar relacionado a un gusto de tus libros ¡y justo, justo! Pasaron cosas similares.
—¿te burlas de mí? —Dasha abrazo una almohada mientras se ponía boca abajo en la cama —para nada, solo digo que tal vez sea un efecto secundario de los medicamentos.
—pero todos son relacionado con el hierro —Sheyla contemplo por unos segundos su dibujo —hablo de las pastillas para los nervios después de todo tienes más trabajo de lo normal en la cafetería y con el estrés de ser nuestro último año.
Dasha suspiro exageradamente en la almohada, la loca teoría de su amiga era simplemente ridícula no podría ser posible que el estrés sea uno de los factores que le hizo tener ese loco sueño.
—dejemos ese sueño como un gusto fantasioso mejor —Dasha se separó unos centímetros de la almohada mientras que su amiga sonreía ampliamente —acepto ese resultado.
—¿te falta mucho? —una vez más por su impaciencia miró a su amiga —ya no queda mucho por hacer.
Sheyla levanto el trabajo intentando desde su posición contemplar su proyecto.
—¿crees que le falte algo más? —Dasha se sentó con las piernas cruzadas mientras contemplaba el dibujo —está muy bello ¿Quién te lo hizo?
—ja, ja, ja, eres cruel.
Dasha carcajeo ante la risa sarcastica de su amiga.
—es obvio que lo hice yo —Sheyla dejo su trabajo en la mesa mientras empezaba a guardar sus materiales —¿tienes pensado donde ir Dashy?
—mi primera idea era tu casa, luego de eso todo vendría de improviso.
Dasha no era de muchas fiestas y alcohol aunque esta claro que si la invitan se va a divertir de forma moderada, leer muchas escenas donde las protagonistas se ponían en vergüenza en historias de romance la marcaron a tal punto de tener que ver que le hagan su bebida en frente de ella, Sheyla en cambio sería como la típica amiga fiestera que se sabía todos los trucos de como entrar a los club y quien le podía dar una manito con chicos que la molestaban, si, estas comparaciones eran muy tontas, pero era lo máximo que sabía comparar Dasha con lo real.
—deberías aprender ya que lugares podrían ser meramente entretenidos —Dasha dejo de lado la almohada y se estiro en la cama sin importar de desordenar y arrugar las sábanas —para eso te tengo a ti.
Sheyla observó por unos segundos su cama mientras se decidía si llevar cartera pequeña oh mochila.
—la desordenas, la ordenas sabes muy bien que a mi mamá no le gusta el desorden -Dasha sin reclamos empezó a ordenar —para eso existo amiga, tu eres la loca fiestera y yo soy la reservada ordenada.
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Jüitah, el planeta del equilibrio
Fantasytodo debe tener un equilibrio y Jüitah es el mejor planeta para demostrarlo, el bien que inunda sus calles debe tener también la maldad, solo que está escondido como su mayor secreto.