Capítulo 6

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-¿lo has escuchado? Dicen que cerrarán varías comunas que están cerca de la aduana que conecta Centia con Neutria –estaban hablando con algo de miedo unas chicas lobas que estaban sentadas en el centro de su instituto –que miedo, dicen que sus víctimas siempre son familias enteras.

-hay muy poca información sobre el caso y con la gran lista de víctimas no es muy cómodo ir por las calles –una de ellas escondió la cola entre sus piernas –me da miedo imaginar que luego ataque a Neutria.

Dasha dejó de escucharlas, no quería seguir escuchando noticias del caso relojes, la han querido estrujar por todos lados desde que se conocieron los tres primeros asesinatos, pero desgraciadamente ninguna es consistente para entender un asesinato, oh que si es un solo asesino oh si son muchos detrás de esto. Dasha no ha querido prestarle atención porque al igual que todo el mundo tenía miedo de ser la próxima víctima, ya que no había piedad con estas.

Retrocedió nuevamente la loca idea, ella no sería la próxima víctima, ni sus amigos tampoco, era solo el miedo colectivo que se le pegaba. Eso era lo que hacía relajar a la cierva con el miedo de morir, negó la cabeza eh intentó pensar en otras cosas, pero al no recordar que no tenía el peso de las cuernas sintió un dolor en el cuello y se reacomodó la cinta que tapaba donde antes estaban.

-mierda eso me dolió –se acarició el cuello en donde se lastimó –debí haber dormido más

-tu nunca te quedarías a dormir cinco minutos más por la mañana, por eso siempre llegas temprano –Dasha volteo, era su amiga Sheyla –buenos días para ti también.

Dasha no estaba de buen humor, las noticias del caso relojes y el haber querido leer un poco antes de dormir no fue buena idea, cuando se dio cuenta estaba llorando porque habían matado a su personaje favorito y al querer dormir ya era las 2:30 de la madrugada.

-hoy creo que deberás darme otra vez tus apuntes Sheyla –al llegar a la sala dejaron la puerta abierta y se acomodaron en sus puestos –entonces te despertare cuando llegue el profesor.

Dasha sonrió a su amiga mientras hacía su ritual para tener una buena siesta.

-eres la mejor amiga que eh tenido Sheyla –al escuchar lo que dijo Sheyla solo soltó una risa –ya duérmete mejor, te quedan veinte minutos.

Dasha asintió y acomodó su cabeza en la improvisada almohada.


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-Jirasam mátame.

Jirasam miró a su esposa que estaba echada en la mesa del comedor y sonrió.

-Keyla deja de decir tonterías, ya no eres una niña y debes dar el ejemplo a Daniel –Keyla miró a su esposo tenía grandes ojeras debajo de sus castaños ojos –solo quiero desaparecer, no sirvo para ser policía.

Jüitah, el planeta del equilibrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora