Capítulo 39

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Dedicado a user61315909

Yixing salió del cuarto de baño relajado.

Hace unos días terminaron de mudarse a Casa Vieja finalmente. Y si, extraña a Nana en su andar silencioso alrededor que contrasta con las peleas interminables de Ki-bum con Seulgi por cualquier tontería y las risas que esto provoca en Lisa. Pero ahora está tomando las riendas de su vida y su relación y es maravilloso sentirse dueño de casa.

Estar a solas con Junmyeon en su propio espacio es reconfortante. Adora sentarse en la pequeña mesita que situó en el patio central para comer en las tardes junto a su pareja que le hace compañía. O asomarse a la pequeña biblioteca y observar semi escondido a Suho mientras trabaja un poco en sus negocios. O hablar con su hermano por video-llamadas ya en la noche antes de irse al lecho. Si, son los pequeños detalles los que lo hacen feliz. Todavía está intentando encajar en Harén, está seguro, segurísimo, que debe haber algo en lo que pueda emplearse... pero nunca lo sabrá mientras su pareja ponga cara de mierda cada vez que él saca el tema.

El pequeño omega termina de secarse la cabeza y los pies ya sentado en la cama que regenta la enorme habitación. Oh, si, toda su casa en la manada cabría cómodamente allí. Se estira relajado. Un baño de burbujas compite, de tú a tú, con el paraíso y él puede dar fe de ello.

Pero algo llama la atención de sus ojos desde el tocador. La toalla cayó al piso cuando se levantó y caminó como hechizado hacia el hermoso mueble antiguo de madera que guarda los cajones y sostiene un espejo límpido. Él era un chico muy ordenado y podía decir, con solo una mirada a su alrededor, cuando había algo fuera de sitio.

Un sobre que imita una antigüedad que no tiene, con una hermosa filigrana de oro en los bordes, sostiene un lacrado rojo sangre con un sello real: una enorme ave con las alas desplegadas. El sello de la casa Kim, el símbolo de Junmyeon. Yixing mira a todos lados. ¿Estuvo su pareja en la habitación y olvidó el sobre que debía enviar a alguien? ¿O era suyo?

Junmyeon ahora estaba enfrascado en la preparación de una segunda reunión con algunos cabezas de familia de otros aquelarres e, incluso, fuera de Corea. Él quería hacerles saber que se había emparejado con un cambiaformas lobos y que iba a ser implacable en su protección. No tenía intenciones de compartirles sobre su futuro vástago ni acerca de las visiones que tenía; eso era estrictamente de carácter familiar.

Yixing estuvo un poco preocupado con esta nueva cita, ya con la primera había tenido bastante. Por la Madre Luna, con los "familiares" de Junmyeon ya había tenido una buena probadita acerca de los amos de la noche. ¿Más? No, Gracias. Junmyeon le dijo que no tenía que asistir si no lo deseaba y él entonces declinó la invitación, prefería quedarse en casa, tranquilo, confiando en que su pareja pelearía sus batallas con la capacidad que lo caracterizaba.

Sin embargo, eso ha hecho que Junmyeon esté ocupado. Yixing lo entiende. Por eso su mejor momento del día es la tarde-noche porque entonces Suho se dedica a él. Siempre viene cuando va a caer el Sol, como en las más típicas series de vampiros, y lo acompaña en la cena, luego se van a la cama, se aman y él se duerme plácidamente. No obstante, Junmyeon no lo deja solo en las noches aunque sabe que no duerme porque no siente esa necesidad, sino que se queda en el lecho enredado en su cuerpo velando su descanso.

Yixing adora esa ternura más allá de las palabras, es placentero darse vuelta medio dormido y comprobar que todavía está entre sus brazos. Es la forma que tiene el vampiro de darle "amor"... de cuidarlo mucho. En cuanto se despierta, ambos alistan su día y se dedican a sus quehaceres.

Por eso aquel sobre hace que su curiosidad se dispare a los cielos. Ciertamente no estaba ahí cuando sacó sus ropas para ir al baño. Él siempre podría chismorrear dentro y luego pedirle a Junmyeon que lo lacrara de nuevo si no era suyo. No iba a negar que pasaría un poco de vergüenza pero su interés era mucho mayor.

Omega BrujoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora