Capítulo 9.- Los MugCakes son perfectos para ver películas.

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Cuando era joven y miraba películas extranjeras, esas típicas de amor adolescente cliché, solo sonreía pensando que de cierta manera era absurdo todo el nerviosismo que mostraba la protagonista esperando a que llegara su chico a buscarla para ir a el baile de graduación (porque no hay película extranjera adolecente sin baile de graduación ¿No?) Ahora sentía que le debía una disculpa a todas aquellas protagonistas ¡Él mismo no dejaba de tener la sensación de que todo su cuerpo temblaba! Agregando la extraña idea de que se sentía atrapado en una especie de cámara lenta mientras manejaba a la cafetería.

¿Jiang Cheng sentiría lo mismo? No podía quitarse esa duda de la cabeza.

Para su suerte el tráfico no estaba demasiado abrumador por lo que pudo llegar sin problemas, solo cuando pudo estacionar sacó su celular.

Lan Xichen (20:05 pm):¿Estás listo? ヾ(^-^)ノ Ya estoy afuera.

Jiang Cheng (20:05 pm): Maldita sea, ¿no podrías pillarte unos cuantos semáforos en rojo? Me falta un poco.

Lan Xichen (20:05 pm): Descuida sale cuando puedas, para tu lástima, está bastante despejado el tránsito.

Suspiró un poco mientras se disponía a mirar unos correos electrónicos, unos 10 minutos más tarde Jiang Cheng salió de la casa, Xichen estaba con los ojos abiertos al ver su conjunto, era sencillo pero un poco alejado de lo común visto en este tipo de reuniones, con una chaqueta de cuero, polera blanca lisa, un collar, pantalones gris oscuro y zapatillas blancas. Pero para Lan Xichen se veía perfecto. El chico sencillamente entró al automóvil y levantó la mano saludándolo.

—Cuánto tiempo sin verte, Don Nadie.

—Siempre es un gusto verte, A-Cheng, ¿qué tal tu día?

—Lo normal hasta que entre aquí.

—Vamos, no seas así, verás que no será taaan tedioso.

—Ese taaaaaan bien extendido me da todos los ánimos que necesito.

Tan solo negó con su cabeza mientras se reía bajito y ponía la dirección de la exposición en Maps, una vez encontrada la ruta, se puso en movimiento.

La exposición a la que iban, inevitablemente lo hacía pensar en el pasado, las reliquias familiares estaban profundamente ligadas a los recuerdos de esa infancia tan añorada que compartió con Lan Zhan, ambos amaban mirar los objetos y recordar las historias que el tío Qiren les contaba.

Su familia no era el alma de ninguna fiesta y eso él lo tenía claro, sin embargo, tenían sus propias creencias y fascinaciones. Todos siempre hablaban de esos tiempos donde la gente cultivaba y su familia cuidaba a todos con diligencia. Sea verdad o mera fantasía, los relatos le daban algo de esa magia de ser pequeño e inocente.

De pequeños no tuvieron objetos tecnológicos aunque su familia trabajara de ello, pues tenían la idea de que en la etapa temprana es donde se debe potenciar a un niño para que sea una mente brillante y un bien para la sociedad.

Por lo que ya de adolecente pudo tener un teléfono o una laptop.

Por eso su infancia y añoranza eran todas estas cosas expuestas.

Cuando llegaron al gran salón fueron recibidos con todas las atenciones posibles por los invitados como por los organizadores.

—Lan Er-ge, es un gusto que llegará —saludo quien estaba detrás de esto, el mismísimo Nie Huaisang, el hermano menor de Mingjue.

—Siempre es un gusto verte Huaisang —Lan Xichen se inclinó un poco como forma de saludo; Jiang Cheng, que estaba a su lado, lo imitó serio. Tenía fastidio pero sabía cómo comportarse en eventos como estos.

Pasteleria Terroncito de Azucar.Where stories live. Discover now