Pasteleria Terroncito de Azucar.

Capítulo 5.- Terroncito de Azucar

Lan Xichen no caía en su asombro, recordaba haber visto en una o dos oportunidades a la señorita Jiang en las fiestas de alta sociedad y es que era bien sabido que los hijos de la familia Jiang no eran muy animados a estas reuniones. Era un rostro borroso entre el mar de gente, pero de lo que podía recordar de la señorita Jiang, era una joven con trajes de etiqueta, cabello recogido de manera elegante y un rostro vacío.

Claro que era sorpresa verla allí tan jovial y humilde, sobretodo entender que los otros dos presentes eran los dichosos herederos de los cuales siempre oía hablar de boca de Fengmian y la señora Yu.

—Perdón A-Cheng, estoy realmente sorprendido, digo, ¿cómo es que…?

—¿El porqué tenemos una pastelería? —completo Yanli, antes de tomar un sorbo de jugo.

Sí, claramente quería preguntarlo, pero algo nuevo se agregó a su cuota de sorpresa, sintió un movimiento en sus piernas, rápidamente bajó la vista y vio un gato de rayas naranja frotarse contra él. Jiang Cheng también miró hacia abajo un momento, terminando por estirar la mano para tomar al gato gordo y ponerlo en su regazo.

—Eres un traidor —le dijo al gato que ahora empujaba su cabeza contra el estómago de Jiang Cheng, recibiendo las caricias esperadas —bueno, sí, básica somos los hijos de esos Jiang, sorpresa.

—Esperen, ¿este tipo no lo sabía? —Zixuan estaba algo desconcertado por la cara de incredulidad de Xichen, pero parece ser que el gato sobre el regazo del menor le había capturado su atención.

—Claro que no sabía, si solo habías llevado en un par de oportunidades la señorita Yanli. En casa se ve mucho más bonita, es más natural que cuando está en las fiestas, además de ve más radiante y alegre aquí —esto lo dijo de forma amable, realmente consideraba que la Yanli se veía con más vida y enérgica en la pastelería que en ostentosas fiestas. Luego miró a Jiang Cheng y agregó —parece que era parte del destino conocernos de una u otra manera, ¿no?

Aquella frase había logrado levantar las alertas en ambos hermanos mayores, quienes no tuvieron escrúpulos para mirar hacia donde se encontraba su hermanito y su “amigo” mimando a Tarta de Huevo. Wei Ying sabía que él era un roba-hermanos, siempre lo dijo. Sí esa cara de ángel debía ser solo una fachada, el muy maldito tenía todas las intenciones de quitarle a su querido Jiang Cheng.

Por el lado de Yanli, la muchacha por primera vez consideraba que los teatros que Wei Ying montaba por el acercamiento de esos dos no eran infundados, aunque claro, sí que eran exagerados por sus celos de hermanos ¡Ah, tan lindos que eran sus pequeños hermanitos!

Sin embargo, parecía que no importaban las miradas nada disimuladas que entregan a ese par, Lan Xichen y Jiang Cheng estaban en su propio mundo acariciando a Tarta de Huevo.

—¡Ja! ¿Y eso por qué? —comentó tras escuchar la frase melosa —¿Para que empresa trabajas?

La pregunta era válida, hasta el momento poco le importaba a qué se dedicaba Lan Xichen, simplemente era su amigo ¡Vamos, le agradaba incluso cuando era Don Nadie! Pero si se atrevía a decir que el destino los iba a reunir de todos modos, en alguna empresa importante debía trabajar o por lo menos tener un rango alto para asistir a esas fiestas.

—¿No te dije A-Cheng? Soy el CEO de Lan Thecnology.

Ambos hermanos observaron la sorpresa de Jiang Cheng ¡Esto era hilarante! ¡¿Es que acaso ninguno sabía de la procedencia del otro?! ¿Cómo demonios se habían conocido entonces? Ahora más dudas se sumaban al enigma.

—¿Así y todo eres tan vago? —preguntó con reproche, después de todo él sabía que Lan Xichen sí le entregaba buena parte de su día a contestarle mensajes —además lo que acabas de decir es tan cursi que casi me da un coma diabético.