Another Love |Shinichiro Sano|

Capítulo tres.

|primera|

—¿Estas segura? —preguntó un tanto desconfiado.

—Para mi desgracia. —murmuró Mel. —Sí, me gustas.

¿Desgracia? Shinichiro la miró con indignación. Aunque aquella indignación se fue al recordar aquellas palabras.

Una sonrisa se formó en su rostro, y abrazó aún más fuerte a la muchacha.

—Me estas aplastando. —se quejó Mel.

A Shinichiro no le importó. Ni siquiera se movió un centímetro de ella.

Se quedaron un tiempo en silencio, sin separarse el uno del otro. Mel había dejado de llorar, el calor del muchacho probablemente había ayudado en aquello, aunque aún seguía triste.

Sentía como la mano del pelinegro hacia cariño en su cabello con tranquiladidad, Mel estaba abrazada a su cuerpo, oliendo con disimulo el perfume de Shinichiro.

En un momento a otro, se separaron, pero solamente para acomodarse mejor, la cama de la muchacha no era muy grande, por lo que cada dos segundos estaban a punto de caer. Ella se acomodó a su lado, dejando caer su cabeza en el pecho de Shinichiro mientras lo abrazaba con cuidado.

Él tenía una mano en su cintura, mientras que con la otra tomaba su mano con cuidado, entrelazando sus dedos.

—¿Ahora que hacemos? —preguntó de la nada.

—¿Hacer que con que? —preguntó confundida.

—Con esto... —murmuró. —No se que hacer ahora, es mi primera vez, estoy nervioso.

Aquello que dijo hizo que la muchacha levantara su vista y mirara al joven de cabello oscuro, después simplemente dejó salir una pequeña risita y se volvió a acomodar sobre su pecho.

—Me gustas, Shinichiro. —volvió a decir.

El muchacho sintió como su corazón latía con fuerza, confundiéndolo en ese momento.

Esperaba que fueran taquicardias.

—Solo eso. —la voz de Mel interrumpió sus pensamientos. —Ve tu que haces con esa información.

—¿Puedes volver a repetir lo que dijiste? —preguntó, ignorando por completo lo que ella había dicho.

Melione lo miró confundida, ¿Por qué quería volver a escuchar aquello?

—¿Me gustas? —dijo con algo de duda.

Una sonrisa se asomó por el rostro de Shinichiro al volver a sentir ese sentimiento cálido que la muchacha había causado con tan solo unas simples palabras.

Mel se asombró al escuchar el latir acelerado del corazón de Shinichiro.

Iba a decir algo, a preguntarle porque se emocionaba tanto con esas simples palabras, pero en ese momento un sonido los interrumpió.

Su celular estaba sonando.

El muchacho pelinegro la miró con atención, esperando a que no contestara aquella llamada, aunque Mel no le hizo caso.