Another Love |Shinichiro Sano|

Capítulo once

Final alternativo n° 2

Pequeñas acciones cambian grandes destinos.

Con aquella frase en mente, les vengo a preguntar algo...

¿Qué habría sucedido si aquella noche Mel hubiera visitado a Shinichiro?

Recordemos los eventos de ese día, Mel había salido junto con Manjiro y Emma, ya que pronto sería el cumpleaños de Mikey y como ella no estaría para la fecha, habían decidido celebrar por su cuenta antes.

Mel se había preparado, les invito a comer y luego les llevo al cine... y también les compro todas las cosas que se le cruzaron y que ellos le pidieron.

Posterior a eso, la muchacha devolvió a los niños, dejándolos seguros en el taller de Shinichiro, él resto de los sucesos son importantes, pero no lo suficiente como para mencionarlos.

Un breve resumen: Mel se encontró con sus tres amigos y terminaron todos en un picnic en la azotea del edificio de Mel, hasta que todos se fueron.

Y es en este momento cuando todo comienza.

Ya siendo de noche, ella estaba terminando de preparar la cena, no había sabido nada de Shinichiro o de sus otros amigos, por lo que se sentía extraña al pensar en ellos, y aún más al pensar en el mayor de los Sano, puesto que una extraña presión se instalaba en su pecho al pensar en él.

Y aquella presión le hizo llamarlo.

Hasta aquí todo sigue igual.

Sin embargo, la pequeña acción que cambiaría el curso de las cosas, sería la siguiente, el que Mel haya decidido tomar las llaves de su departamento y caminar hacia el taller de Shinichiro.

Caminaba a paso rápido, llegando a casi correr mientras esperaba a que el pelinegro contestara su llamada.

—¿Melimel? —la voz de Shinichiro resonó a través de la llamada.

Estaba confundido ante aquella llamada tan repentina, pero de alguna manera se sentía alegre de recibir una llamada de ella.

—Oye Shini, ¿Estas ocupado?

—Estoy en haciendo pipí. —soltó. —¿Por qué? ¿Pasó algo?

La voz de Mel se escuchaba preocupada, por lo que se alarmó al escucharla de esa manera, con ella siempre se preocupaba de más.

—No, nada, solo que no quiero estar sola ahora. —dijo, esta vez se oía más calmada.

—¿Quieres que te vaya a ver? —preguntó.

Shinichiro había cerrado su tienda durante la tarde, pero siempre se quedaba ahí un ratito más, arreglando alguna que otra cosa, por lo que apenas hace unos minutos había cerrado todo, estaba dispuesto a irse a dormir, quizás llamaría a Mel por un ratito y luego dormiría hasta el día siguiente.

Pero la llamada de Mel cambió por completo sus planes.

Estaba sin polera, estaba a medio vestir, pero estaba dispuesto a volver a vestirse y salir si ella lo necesitaba.