ADVERTENCIA PARA TODOS AL FINAL DE LA HOJA. POR FAVOR, LEER.
El tiempo pasaba con rapidez, Hermione ya volvía a todos locos con los estudios argumentando que: “¡Solo faltan diez semanas, Harry! Debí de haber empezado el mes anterior; ¡son nuestros exámenes para pasar a segundo!”; y así era como arrastraba a Pansy, Blaise y Neville, con ayuda de Nott, a la biblioteca. No era como si se quejaran tanto en realidad, los profesores utilizaban el lema de Granger y les ponían montones de tareas; incluso Harry, ya teniendo los conocimientos, tuvo varias dificultades en las vacaciones de Pascuas de las pilas de pergaminos para entregar y libros que releer.
Justamente, fue en ese momento, con Draco, Theo, Pansy, Blaise, Neville y Hermione en la biblioteca, que vio a Hagrid salir de la sección de dragones.
-¿Hagrid…?-
-¡Oh, chicos! No los había visto ahí- El semigigante escondía el libro de dragones detrás de su enorme espalda.
-¿Podría visitarte con Draco alguno de estos días? Necesito hacerte una consulta- Dijo Harry ignorando la extrañeza en la cara del rubio; Hagrid parecía feliz de que le fuera a preguntar algo a él y asintió.
-Por supuesto, por supuesto; vengan cuando quieran- Y ahí fue cuando se fue y Harry se paró, haciéndole señas a Malfoy para que hiciera lo mismo.
-Tenemos que buscar unos libros que dejamos en el cuarto- Señaló Potter a la interrogativa mirada del grupo. Ambos se retiraron con rapidez.
-¿Qué sucede, Harry?- Preguntó con extrañeza.
-Querías enterarte todo sobre el Ridgeback Noruego, ¿o no?-
-Por supuesto- Dijo casi sin pensar; pronto se dio cuenta de a dónde se dirigían –Pero, ¿qué tiene que ver la lechucería con los dragones?-
-Viste las cartas a Charlie, saca tus cuentas- Le sonrió para que supiera que bromeaba; llegaron rápidamente a donde querían y Harry sacó pergamino y pluma.
¡Hey, Charles!
Te necesito más tardar mañana o pasado aquí. El dragón nace hoy y consideré más prudente que vinieras mientras que sea pequeño; si quieres puedes traerte a Marco contigo.
Saludos a todos.
-H.
En las últimas cartas, muchos de los chicos en el campamento se habían presentado por lo que ya comenzaba a hablar con un par que anteaño le caían bastante bien.
Harry usó un hechizo de secado rápido en la tinta y ató su pergamino a Hedwing.
-Charlie Weasley, Rumania- Le dijo y, con un ulular, la lechuza partió.
-Así que… ¿nace hoy?- Para Harry, el interés de Draco en el tema era palpable.
-Si- Un minuto de silencio y… -¿Draco?-
-¿Si?-
-¿Quieres echarle un ojo al bebé dragón?- Los ojos grises parecieron brillar.
-Podríamos ir a ver solo un momento antes de Herbología- Potter le sonrió brillantemente, agarrándolo del brazo.
-Vamos de una vez, cabeza dura- Harry ignoró las siguientes maldiciones del rubio con eficacia.
-.-.-.-.-
El grupo de Slytherins estaba entrando al Gran Comedor para el almuerzo. Había pasado ya dos días de cuando la dragona había nacido, Harry le había asegurado a Hagrid que era hembra y ambos, Harry y Draco, discutían cómo iban a hacer que salga del castillo con el Weasley. No sabían si un dragón podía desaparecerse. Ahí fue cuando el azabache identificó una indomable cabellera pelirroja y otra marrón, frenando toda conversación. Harry fue tranquilamente a su encuentro con ojos brillantes de diversión, Draco fue tras él, sabiendo lo que venía; pero no se esperaba que Potter chillara con el dramatismo de una quinceañera.
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Reviviendo una vida: Harry Potter y la Piedra Filosofal. Más adelante Drarry.
FanfictionHarry había pasado por varias injusticias a lo largo de su vida. Había perdido y amado; preguntado y respondido. Pero aquella vez, cuando sabiendo que por fin moriría se preguntó qué podría haber pasado, jamás se imaginó que volvería a la vida. Y no...