Volviéndote a Ver.

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Harry se levantó temprano el primero de Septiembre, tenía como un reloj matutino que le mantenía despierto casi desde el alba. Hizo todo lo referido a limpieza, preparó sus cosas y partió a King Cross. Una vez allí, ya no tuvo que preguntarle a ningún guardia dónde se encontraba la estación y pudo atravesar la pared sin problemas; lo único que lamentó fue no tener a los gemelos para que le ayudaran a subir su equipaje, pero finalmente lo logro. No pasó mucho tiempo para que lograra ver a la manada de pelirrojos desde su ventanilla, la verdad, a los únicos que extrañaba de esa familia luego de su separación con Ginny era a los gemelos y Charlie. Todo el resto lo habían dejado a un lado; inclusive Molly, a quien había visto como a una segunda madre. Harry se estaba poniendo algo nervioso, ya que los Weasley iban subiendo y él, en serio, no quería involucrarse nuevamente con ellos para un nuevo abandono; por suerte, una chica de cabellera rulosa y castaña buscaba algo desesperadamente en el pasillo. Harry abrió la puerta de su compartimiento.

-¿Buscas algo?- Preguntó, fingiendo una estudiada curiosidad.

-Sí, es un sapo; un chico llamado Neville lo ha perdido y no podemos encontrarlo-

-¿Quieres que los ayude? Mientras más seamos, más rápido, ¿no crees?- La chica levantó su rostro hasta él.

-Sí, muchas gracias- El tren ya estaba en movimiento y Harry le tendió la mano.

-Soy Harry- Le dijo, sabía que ella ya había averiguado sobre él, pero quería que viera el gesto de no poner su apellido tan significativo como un acto de buscar una verdadera amistad; que los Weasley lo hayan dejado de lado, no significaba que Hermione lo hubiera hecho también. La castaña le tomó la mano.

-Hermione Granger- Dijo sonriente de haberse hecho su primer amigo –Bueno, Potter, ¡a buscar!- Harry no pudo hacer más que sonreír y ayudarla. Cuando había acudido a su primer viaje a Hogwarts, Neville y Hermione habían buscado el sapo solos; por lo cual, con la ayuda de Harry, lograron encontrarlo en la mitad del tiempo y les quedo mucho más para hablar. Harry se unió en el compartimiento de Hermione y Neville, pero él sabía que pasaría. Y justo como pensó, una media hora antes de llegar, Draco se plantó junto a Crabbe y Goyle delante de su puerta, intimidando a Granger y Longbottom pero el azabache estaba tranquilo.

-Nos volvemos a encontrar- Dijo como si nada, Harry le sonrió.

-Hola, Draco. Veo que vienes acompañado- El chico miró a sus costados y los presentó.

-Crabbe y Goyle- Dijo señalando a cada uno –Y yo veo que no me mentiste, todos dicen que el gran Harry Potter esta en este compartimiento- Rebatió revoleando los ojos.

-Yo no me veo nada de grande y creo que tú lo sabes- Contestó, y presentó a sus amigos –Ella en Hermione Granger y él Neville Longbottom; aunque creo que ya lo sabías- Le dijo sin dejar de sonreír.

-Creo que en algún momento te darás cuenta que hay familias mejores que otras- Miró de forma extraña a sus amigos –Yo puedo ayudarte en eso- Harry se levantó un minuto.

-Pueden dejarme decirle algo a solas, por favor- Preguntó como si nada a los dos mastodontes, ellos observaron a Draco, quien asintió y se fueron; el azabache cerró la puerta y se sentó, seguido de Draco –Yo sé que no eres malo, Draco- Le comentó directamente, el otro solo pudo abrir sus ojos enormemente, mientras Hermione y Neville miraban aquella conversación, ya de por sí extraña.

-No sé a qué te refieres, Potter- Pero Harry veía el terror bajo la máscara.

-No sé por qué será; quizá solo quieras tener más gente a tu lado, te gusta sentirte superior…o te educaron así, pero no eres una mala persona. Ellos tampoco lo son- Comentó señalando a los otros dos chicos –Sean sangre pura, sucia o un simple tonto; nadie aquí es malo y no tienes por qué fingir frente a mí; de alguna manera, hasta tú sabes que se algunos trucos que otros no. Tú máscara no funciona conmigo pero no usaré eso en tu contra; quiero ser tu amigo, pero conmigo, no finjas ser alguien que no eres- Luego se paró, abrió el compartimiento y Malfoy no tuvo más remedio que irse sin ninguna palabra denigrante para decir.

Reviviendo una vida: Harry Potter y la Piedra Filosofal. Más adelante Drarry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora