N/A: ¿Se dan cuenta que les estoy dando caps. bastante cortos y fangirleros? No se acostumbren, señoritas hijas de muggles, mestizas y sangre sucias; con este termina mi especial de fiestas y el próximo sigue como los caps frecuentes; largos y aburridos.
Ok, no; ahora les dejo leer (/ºuº)/
En los días siguientes, apenas y si se levantaron de la cama; Draco se había tomado muy en serio la tarea de mimar a Harry todo lo que pudiera. Lo que en verdad no esperó Harry, fue la pila de regalos al borde de su cama que compartía con Draco, que se estaba levantando ante la mirada atónita del Potter.
-¿Sucede algo, Harry?- Preguntó el somnoliento blondo.
-¡Regalos, Draco! ¡Tengo regalos!- No como si en su anterior vida no los hubiera tenido nunca, pero en su vida anterior, a las únicas personas que tenía eran: Hermione, quien se encontraba hace cinco años en un viaje de estudios en alguna parte de Rusia; Hagrid, que no tenía tiempo de enviar regalos por todo su trabajo en Hogwarts. George, quien en Navidad seguía abriendo la tienda por lo cual tampoco le veía mucho; y Charlie, que seguía entrenando dragones en Rumania e iba a Inglaterra para año nuevo.
El rubio le miraba divertido.
-Por supuesto, Harry; ¿es que esperabas elfos?- Potter estaba en pleno éxtasis mientras agarraba un regalo rectangular con papel de distintos verdes -¡Hey, es muy bonita!- El regalo era de parte de Neville: una maceta color marfil que contenía una serie de hermosos lirios blancos.
Draco abrió uno de Adrian Pucey, un chico un año más grande que era amigo de Draco desde su infancia y uno de los Cazadores en el equipo de Slytherin: eran pergaminos y tres Vuela Plumas nuevas; la carta decía un corto:
‘-Como sé que a ti te encanta escribir-’.
Y, aunque a Harry le parecían solo tres Vuela Plumas del infierno, la costumbre que le trajo Skeeter junto a ellas, Draco parecía glorificarlas.
Ambos observaron un paquete promedio con la suelta escritura de Blaise en el papel plata que le envolvía.
‘-Para Harry y Draco:
Espero que les guste par de demonios, nos tardó un siglo hacer que funcione como se debe.
Con amor, y muchos besos cursis de niñas rosas, Blaise y Pansy
PD: Manden alguna’.
Se miraron con curiosidad y cierto recelo hacia el objeto; pero luego decidieron abrirlo.
-¡Oh, santa mierda!-
-¡La boca, Harry!-
-Pero, pero… ¡es impresionante! Lograron que una cámara de estilo muggle funcionara aquí; ¡y se puede elegir si la imagen se mueve o no! ¡Son unos genios!- Exclamaba todo emocionado.
Hace poco se había enterado de la gran afición secreta de Zabini hacia las cosas muggles, le resultaban demencialmente fascinantes.
Draco agarró la camarilla con cierto recelo, pero la llama de un reto brillaba en sus ojos.
-¿Qué haces?-
-Ya leíste la nota; ahora sonríe, Potty- Los dos se sacaron la primera foto, que salió en seguida de la parte de debajo de la cámara; Harry, sabiendo un poco más del tema que Malfoy, tomó la foto y la sacudió un poco para que la tinta comenzara a secarse; el de ojos grises tenía que admitir que era una maquinaria algo llamativa; bueno, bueno, era fabulosa.
Theo les había regalado libros, Hermione chocolates; sorprendentemente, los gemelos Weasley, que habían llegado a tener que compartir alguna que otra detención con Harry, también le enviaron algunos de sus prototipos de bromas que aprovecharían con Draco más tarde; aparte de unos buzos Weasley que Harry se encargo, gentilmente, de quemar.
ESTÁS LEYENDO
Reviviendo una vida: Harry Potter y la Piedra Filosofal. Más adelante Drarry.
FanfictionHarry había pasado por varias injusticias a lo largo de su vida. Había perdido y amado; preguntado y respondido. Pero aquella vez, cuando sabiendo que por fin moriría se preguntó qué podría haber pasado, jamás se imaginó que volvería a la vida. Y no...