Elaine es una escritora que se esconde en el mundo del anonimato, las letras fueron lo único que le quedaron después de esa trágica noche que ella lucha por olvidar.
Deneb es un estudiante de arte que sueña en algún día convertirse en uno de los má...
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Tres semanas después...
Nunca me han gustado los finales, siempre me dejan una sensación extraña, a pesar de que fueran para bien o para mal. Representan el final de una etapa, una en donde viviste emociones inimaginables, en donde lloraste, reíste o simplemente aprendiste cosas nuevas.
Y este es mi final o después de todo nuestro final. Mientras el tiempo pasaba me di cuenta que no todo sería tan fácil, aunque bueno, ¿cuándo lo ha sido en mi vida?
Los últimos días me quise aferrar a este final, quise que durará para siempre, pero ya sé que por más que quiera todo cambiará, sobretodo luego de estar justo aquí, sentada en la terraza del museo procesando la noticia que me había dado Lilith sobre la muerte de mi padre, quizá con algunas copas de alcohol encima y así fue como supe que este debía de ser el final que dará comienzo a uno mejor.
Uno en donde dejaba de tener inseguridades extremas, uno en donde podré ponerme lo que quiera sin tener que ocultar algo por debajo, uno en donde amaré sin dañar, uno en donde las pesadillas se acabarán y uno en donde por fin seré feliz.
Aunque las lágrimas se escurren por mi rostro, la tristeza no llega, solo parezco una chica loca que ríe mientras llora al mismo tiempo, suerte que no hay nadie más que me vea así. La felicidad recorre todo mi cuerpo, solo lloro porque mientras miro a las estrellas parpadeantes de brillo, sonrío recordando a mi hermano.
—Lo logramos, ahora somos libres Elián —susurro con una sonrisa mirando al cielo, sin obtener respuesta, aunque sé que él me está escuchando donde sea que esté.
Durante un largo tiempo pensé que quería regresar en el tiempo para cambiar como sucedieron muchas cosas, pero ahora no me arrepiento de nada por más que duela. Quizá, nada me quitaría que ahora ya no tendré que sufrir más, que puedo regresar a mi casa sin miedo y que ahora solo estaré rodeada de personas que realmente me quieren.
—Estarías orgulloso de mí, hermano. Fui valiente al igual que tú, como nos lo prometimos —murmuro dando un trago más a la botella de vino, mientras la brisa fría vuela mis cabellos y la melodía suave del piano con la pieza favorita de Elián, se reproduce en mi celular.
La noche cubre a la ciudad haciéndola brillar con esa luz única que tiene la luna, a pesar de todo, la oscuridad ya no se hace tan presente porque ahora posee el brillo del sol.
🌙
—¿En serio tienes que irte? —cuestiono con una mueca.
Camille saca prendas de su closet decidiendo que llevarse, su maleta es un revoltijo de muchos accesorios, maquillaje y ropa.
—Sí, Elaine. Tengo algunas cosas que arreglar en Nueva York, sabes que vine de emergencia cuando.... —contesta haciendo una pausa —Bueno, ya sabes que pasó y no tuve tiempo de terminar mi trabajo.
