𝐎𝟒

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Edward se mantuvo pensando en la misteriosa voz los tres días siguientes.

Fue difícil no hacerlo. De alguna manera, también había recobrado un poco de su determinación característica, esa que lo hacía ser Edward Cullen o Edward Masen.

Se debatió y tuvo una retroalimentación sobre su comportamiento perturbador, pero al parecer su mente tenía una moral distraída.

No era necesario preguntarse quién era Jacob Black, por su apellido Edward supo que no debía meterse con él. No importaba quien era la persona debajo de ese nombre, solamente debía mantenerse alejado y listo.

La pregunta que él se quiere hacer es: ¿Por qué era amigo de Bella?

¿Bella lo reemplazó con él mientras no estaba con ella?

No fue posible.

Ella lo amaba.

Con ese solo pensamiento las millones de incógnitas que lo arribaron rápidamente sucumbieron, pues ninguna tuvo un peso real y valioso que lo sacara de sus propios temores. Sabía que solo estaba buscando una excusa para hacer volar su mente con miles de variantes, para justificarse.

Bella solamente lo ama a él, lo sabe muy bien, y está tan convencido de su amor que es ridículo pensar en cualquier otro escenario que no sea ese.

Edward no duda de ella. La pregunta va más para sí mismo.

Sí, la ama con ferviente devoción. Absolutamente no habría otra respuesta, por lo que no se debía siquiera permitir formular la pregunta.

La deseó desde la primera vez que la vio.

Después de todo, eran Bella y Edward. Él mismo entregó su vida a los Vulturis por ella cuando se encontró con la amarga realidad de no tenerla a su lado.

De no sentirla, de no tocarla.

O al menos eso era lo que se esperaba y se suponía que debería responder, sin embargo una ventisca helada en su cabeza lo mantuvo quieto, congeló las palabras en su lengua impidiéndole injuriar de esa manera.

Edward no lo entendía.

Ella está destinada a ser su compañera.

¿Por qué no sentía lo mismo?

Edward pensó en los días cálidos junto a ella con ambos recostados en un prado, entre las flores, sin importarles estar rodeados de la fría localidad de Forks. Su memoria recorrió senderos, bosques, abetos y algunos otoños, se fue por las lagunas y los cortes tropicales e inhaló la fresca sepia gris del lugar que le permitió mostrarse al mundo.

𝙥𝙖𝙧𝙖𝙨𝙚𝙡𝙚𝙣𝙚 (𝗮𝗯𝗼𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora