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¿Debería contarle todo lo que pasó a Jisung o a Kkami?

Lo único que sabía por el momento es que tendría que ocultarlo de sus padres porque, en realidad no sabe por qué ya que jamás los noto disgustado por las personas con otras sexualidades pero prefería prevenir antes que lamentar.

Ya tenía su respuesta, buscaría a alguien para volverse amigos y tener a quien contarle eso. Luego de su tonto pensamiento se rió negando porque jamás haría eso y se encerró en su cuarto a recordar que hizo algo que se podría considerar ilegal.

Besarse en la escuela en horario de clases.

Se supone que el no permitiría eso ¿que lo hizo cambiar de opinión tan rápido? En defensa propia el no puede pensar bien bajo presión entonces las cosas que deberían pasar no pasa porque entra en pánico y decide mal.

Era eso ¿verdad? Sí, verdad.

Hyunjin el genio era un gran apodo, según él, claro está.

Ahora, yendo a lo de real importancia aquí. ¡Besó a alguien! Prácticamente fue al revés pero no pueden culpar a un pobre e inofensivo inexperto.

Sinceramente Seungmin era muy... Salvaje para él, pero le gustaba aunque le gustaría más si fuera un poco más suave y menos agresivo. Tal vez la próxima vez deba preguntarle si puede...

¿Próxima vez? ¿Por qué piensas en una próxima vez? No deberías acceder tan fácil si es que hay una próxima vez.

Eso es Hyunjin, demuestra quién manda aquí.

(...)

—Mhmm, así que no quieres, entiendo.

—¿En serio? Wow gracias, creí que sería más difícil, ya sabes...—No pudo terminar de hablar porque estaba acorralado contra la pared en la que hay una puerta que da exactamente a la sala de profesores.

—Sigue hablando, por favor.—Acercó un poco más su rostro al del pelinegro.

—Y-yo yo...

Los ojos de Seungmin eran tan intensos y profundos que Hyunjin se arrepintió al segundo de haber levantado su mirada hasta ellos, se perdió en el café oscuro de su iris y se quedó callado e hipnotizado por los ojos de Seungmin.

—Dame. Un. Beso.

Y Hyunjin lo hizo, lo hizo como si los labios del más jóven fueran una deliciosa comida digna de probar por los más grandes críticos de la cocina.

Al principio fue al ritmo torpe de Hyunjin, despacio y atontado pero Seungmin no quería eso así que él tomó el ritmo de aquel beso que el pelinegro había comenzado.

El ambiente se puso pesado y caluroso para ambos, estaban en una burbuja tan resistente como para hacerlos olvidar del lugar en el que se encontraban.

¿Ese no es Seungmin?

—¿Quién es el otro?

—¡Que asco!

—¡Que decepcionante, Seungmin!

Eso fue algunas de las cosas que llegaron a escuchar antes de separarse. Seungmin miró a su alrededor y vió desde caras sorprendidas a caras de asco y repulsión.

¿Así que ésto se sentía?

Es una mierda.

Llevó su mirada a Hyunjin, sus mejillas estaban rojas, su labio inferior hinchado y temblando, sus ojos cristalizados por las lágrimas. Tomó la mano del pelinegro y lo llevó lejos de ahí, todos los miraban mientras pasaban. Probablemente la mayoría ya sabía.

¿Por qué lo bueno nunca dura tanto?

Por cada paso que daban podía escuchar a Hyunjin sollozar e hipar. Entró al salón antiguo de arte, por lo que estaban seguros ahí, y se sentó en una de las sillas aún tomando a Hyunjin de las manos.

—Hyunjin, ven aquí.—Palmeó sus muslos para que se siente ahí, el pelinegro se sentó y Seungmin se sintió terriblemente mal por el contrario.

Pasó sus pulgares por sus mejillas intentando sacar las lágrimas pero otra vez volvían a caer más, no sabía que hacer, solo atinó a abrazarlo y acariciar su cabello.

Luego de unos minutos en completo silencio con Seungmin mimando al mayor, sintió que se tranquilizó lo suficiente.

—Nos vieron todos.—Murmuró contra el hombro de Seungmin.—¿Podemos decir qué fue una apuesta?—Soltó entre hipidos sintiendo el llanto querer regresar.

No quería admitirlo, pero escuchar a Hyunjin decir eso, hizo doler su corazón pero si el mayor no quería continuar con lo que sea que estén haciendo él lo entendería.

—Sí, podemos.—Acarició su cabello otra vez.—¿Quieres dejar de hacer esto?

A Hyunjin le costó un segundo entender a lo que se refería Seungmin con “esto”. Sacudió su cabeza negando y enredando sus brazos alrededor de Seungmin.

El castaño se sorprendió por la respuesta, él esperaba que dijera que no quería seguir más, aunque para ser sinceros él tampoco quería frenar lo que sea que estuvieran haciendo.

—Tendremos que evitar estar juntos en la escuela si diremos eso, podríamos vernos en la casa abandonada.—Hyunjin asintió estando de acuerdo.

Ambos se levantaron y salieron tomando caminos separados.

Y separados sería de ahora en adelante.

give me a kiss ☾︎  hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora