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¡Kim Seungmin!

Gritó su profesora de matemática, interrumpiendo la conversación que estaba teniendo con sus amigos.

—Si no le interesa la clase, puede retirarse, Kim.

Sus amigos quedaron callados, se sentaron rectos como flecha y miraron al frente para evitar una reprimida.

Seungmin, una persona orgullosa, altanera y un tanto egocéntrica, se levantó de su asiento y fue hacia la puerta.

—Muchas gracias por darme el honor de salir de aquí.—Dicho eso salió del aula con gritos de su profesora.

Estaba vagando sin rumbo por el patio cuando vió a alguien más en el desierto que solía ser la escuela en horario de clases.

Se quedó mirando al chico alto, pelinegro de mandíbula cincelada que corría por el patio con varios libros encima. Jamás lo había visto, recordaría una cara tan bonita.

Vió como se tropezaba y tiraba todos esos libros al suelo, juntó todos los libros y se puso de pie rápido, pero al parecer se había lastimado.

El chico al dar el primer paso se quejó por el dolor y Seungmin notó como cojeaba. Normalmente se reiria y lo ignoraría, pero había algo que le decía que lo ayudara.

Se levantó desde dónde estaba mirando todo lo que sucedía y fue hasta el pelinegro.

—Hey, deja que te ayude, ví lo que pasó.—El chico pelinegro y de cabello largo dió la vuelta, sus mejillas se sonrojaron levemente.

—Oh, no, no, estoy bien pero gracias igual.

—Si tu le dices estar bien a no poder caminar, seguro, estás bien.—Seungmin tomo su brazo y lo coloco por sobre sus hombros.—Deja que te lleve a la enfermería a qué te vean, si es necesario avisaré en tu clase.

El chico más alto asintió y dejó que lo acompañara hasta allá.

—¿Que hacías con todos esos libros? ¿A dónde ibas?

—Uh, me pidieron que devuelva esos libros a la biblioteca pero me había perdido y cuando recordé dónde estaba me di cuenta que había demorado mucho así que por eso corría.

—Asumo que eres nuevo así que ¿Hace cuánto estás aquí?

—Una semana, esta escuela es muy grande.

—Sí, lo es.—Cayeron en un silencio que no era incómodo pero tampoco era lo mejor.

—¿Tu que hacías afuera?—Pregunto el de cabello largo.

—Me fuí de clases, la señora Park dijo que si no me interesaba su clase me fuera y bueno, aquí estoy.

El chico se sorprendió y no supo que más decir, así que se quedaron en silencio hasta que llegaron a la enfermería y Seungmin le contó a la enfermera lo que había pasado.

—Soy Kim Seungmin.—Le tendió la mano al pelinegro.

—Hwang Hyunjin.—Aceptó la otra mano y las unieron en forma de saludo.—Por cierto ¿Puedes llevar los libros a la biblioteca por mí? Por favor.

—Claro, no es como que tuviera que hacer algo y aún queda una hora más de la clase de la señora Park, avisaré a tu profesor lo que sucedió ¿En qué clase estabas?—Tomó los libros que antes llevaba Hyunjin.

—De biología, con el profesor Oh.—Seungmin sabía en qué aula era así que ya estaba listo para irse.—Gracias.

Seungmin asintió y se despidió, yendo a hacia la biblioteca, distraído por lo que había sucedido.

¿En serio creía que sería así de fácil? Seungmin no ayudaba a cualquiera porqué sí, y aunque en éste caso aún no sabe por qué fue que lo hizo le debería una.

Un gracias no era suficiente para Seungmin.

give me a kiss ☾︎  hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora