give me a kiss ☾︎ hyunmin

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Seungmin siempre estaba en todas partes y en ningún lugar a la vez, lo verías en todos lados pero cuando lo necesites no lo encontrarás.

Eso estaba viviendo Hyunjin en este momento, lo vió llegar a la escuela así que sabía que estaba ahí pero ¿en dónde? Lo estaba buscando hace quince minutos y solo faltaban unos cinco para que tenga que volver a clases.

Estaba entrando a su clase cuando vió pasar a Seungmin, la clase podría comenzar sin Hyunjin, necesitaba hablar con el más jóven.

Corrió hasta alcanzar a Seungmin y sujetó el brazo del contrario.

—Te estuve buscando por todos lados.

—¿Por qué?

—Quería hablar contigo.

—¿Como la última vez?—una sonrisa ladina salió de sus labios.

—Seungmin.

—Esta bien, dime.

Hyunjin lo llevó a algún lugar donde era más probable que no los vea nadie, Seungmin se dió cuenta de eso.

—¿Que te hice?—Habló Hyunjin.

—Me trajiste aquí.—El alto frunció su ceño.—Pensé que no querías que habláramos en la escuela ¿que crees que pensaran ahora si nos ven juntos otra vez?

A Seungmin no le gustaba hablar de problemas y menos tener que solucionarlos hablando, se acercó a Hyunjin y miró su cuello, no vió nada.

—¿Maquillaje?

La mano de Hyunjin fue hasta su propio cuello donde se ocultaba la marca violácea que Seungmin le había hecho el día anterior.

Cuando llegó a casa ayer, sus padres se dieron cuenta de eso, también le dieron un sermón y le dijeron que esperaban que al menos se esté cuidando.

—Sí, no me gusta.

—No te gusta, hmm ¿Por qué no me lo dijiste?

Para ser honesto, a Hyunjin le encantaba pero era incómodo con sus padres y en general.

No sabía en qué momento pero las manos de Seungmin estaban en la cintura de Hyunjin acercándolo a él.

—Cuida tus palabras.—Le susurró al oído de Hyunjin.—Esto es todo tu culpa, cariño.

—Yo no hice nada, tu eres el que se va.

—Yo no estoy confundido, yo sé lo que quiero, a diferencia de tí.

Eso dolió en el corazón de Hyunjin pero es verdad, y la verdad duele.

—Nos vemos más tarde.—Se estaba por ir pero entonces Hyunjin habló de más.

—No puedo, estoy castigado, tengo que quedarme en mi casa.

La respuesta de Seungmin a eso fue una risa y asentir. Entonces fue ahí donde cavó su propia tumba sin darse cuenta.

Tuvo que volver a clases y mentirle un poco a su profesor.

Este no era él.