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Sunghoon empujó la llave por la cerradura de la puerta del apartamento cálido y cómodo, la abrió y enseguida un hambriento Sunoo fue corriendo directo a la cocina para preparar rápido los tazones de fideos instantáneos que habían comprado en el camino. Habían tenido los dos una mañana bastante atareada, Sunoo había tenido el exámen de final de año y aunque era uno de los mejores de su curso no quitó que fuera difícil, y Sunghoon había comenzado su mañana descubriendo que se había olvidado de cargar su celular durante la noche, siguiendo que cuando llegó al instituto todas las chicas chillaron cuando vieron su look despreocupado y rápidamente corrieron a confesarse por milésima vez.

No, ninguno había empezado ese lunes bien.

— Hoonie, ven a comer. —dijo Sunoo desde la cocina llevando sus palillos repletos de fideos a su boca.

Sunghoon fue sin dudarlo, después de todo el también tenía hambre.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Sunoo se encontraba poniéndose su pijama para dormir una siesta que esperaba fuera larga, pero había un problema, la camisa blanca con pequeños dinosaurios verdes le quedaba bastante bien pero los pantalones del mismo estilo se atoraban en la parte de sus caderas.

— V-Vamos, tonto pantalón, ¡entra! —chilló un alterado Sunoo.

Sunghoon que recién salía de la ducha con solo un pantalón holgado gris y secándose el cabello con una toalla pequeña, vió esa divertida escena observando como su pequeño luchaba para subir lo apretados pantalones blancos de pijama por sus muslos que técnicamente no pasaban por la perfecta y deliciosa curva de su trasero.

— Lindo culo, amor. —pasó por atrás de Sunoo y le dió una fuerte nalgada.

— ¡Ah, Hoonie! No hagas eso... —dijo cuando por fin pudo ponerse los pantalones y se sobaba la zona donde había recibido ese golpe.

— Quieres que deje de hacerlo cuando tienes ese hermoso tras-

Fue interrumpido porque su hermoso novio se había puesto de puntitas y tapó rápidamente su boca.

— ¡Basta! —Gritó Sunoo— ¿Podemos solo dormir?

— ¿Quieres solo dormir? porque yo quiero hacer algo mucho mas interesante que eso... —agarró de la cintura a su pequeño novio, lo cargó y lo tiró a la esponjosa y grande cama.

— No, Hoonie, sólo quiero dormir. —hizo un puchero y se acomodó a su gusto en la cama.— Ven, acuéstate conmigo. —le suplicó a su novio.

Sunghoon estaba lo suficientemente caliente y duro para solo dormir. Joder, el quería follar a ese lindo chico que estaba en su cama.

Se posicionó rápido arriba del pequeño cuerpo y sonrió cuando lo sintió temblar...

— Quítate esa maldita ropa, Kim Sunoo.

Su novio solo lo miró sorprendido, y cuando vió la profunda y dominante mirada de Sunghoon rápidamente siguió su orden.

Adiós a la siesta.

¡Hoonie! ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora