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Sunoo despertó de la deliciosa siesta que había tenido con Sunghoon, luego de que Hoon lo tomara fuerte y duro, los dos se quedaron dormidos abrazados.

Miró el reloj de la mesita de noche al lado de la cama, eran las 7pm, su novio no estaba ahí y no lo entendía, hoy no trabajaba y estaba seguro de que no estaba en la casa de su madre, no es que Sunghoon odie a su madre solo no le agradaba demasiado, habían tenido un pequeño problema en el pasado antes de comenzar la relación que tenían ahora los dos. Pero definitivamente Sunghoon no odiaba a su madre.

— ¿Donde puede estar? —murmuró Sunoo aún somnoliento, agarró su celular y le mandó un mensaje a su novio.

¿Donde estas Hoonie?

Tal vez había ido a comprar algo, o al gimnasio para hacer un poco de ejercicio, pero de igual forma era extraño que no le haya avisado, pudo a verlo despertado y avisarle o dejarle un mensaje.

El pitido del celular anunciando que tenía un mensaje lo hizo salir de sus pensamientos.

Solo salí a tomar aire,
Sunnie, no te preocupes.

Era un mensaje corto, pero igual había tranquilizado a Sunoo.

Se levantó de la cama en busca de algo que comer, aunque la siesta estuvo increíble también tenia hambre.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Había pasado ya una hora desde que Sunoo había recibido ese mensaje y Sunghoon aún no llegaba, realmente estaba preocupado aunque ya estaban en verano a esta hora ya estaba oscureciendo.

Se dejó caer al sofa cansado y frustrado, se asustó cuando se escuchó un golpe en la habitación de Sunghoon, fue a ver con demasiado miedo corriendo por todo su cuerpo pero solo se encontró con la ventana abierta y las sabanas de la cama tiradas en el piso, si eso no lo asustó demasiado, lo asustó el ruido en la cocina seguida de que se apagaron completamente las luces del apartamento completo.

Sunoo gritó cuando sintió una respiración en su cuello y cómo una enorme mano tapaba su boca. Y se sintió morir cuando una voz rasposa y gruesa habló junto a su oído.

— ¿Estuviste preocupado por mi, Bebé? mhn... dime, Sunnie. —Dijo mientras destapaba la boca de su pequeño.

— Hoonie, yo... lo estuve. —dijo un avergonzado Sunoo ya que había sentido con claridad el enorme bulto en el pantalón de su novio rozar con su trasero.

Y esa pizca de inocencia que Sunoo tuvo al decir eso hizo que Sunghoon pierda toda su cordura.

Puso su hombro en el estomago de su pequeño y lo alzó, cuando lo bajó fue nada mas para sentarse en la cama y subirlo de nuevo pero a horcajadas en su regazo.

— H-hoonie, ya lo hicimos h-hoy. —dijo Sunoo bastante tímido al sentir como Sunghoon lo hacía saltar sobre él, aún con ropa puesta, sus mejillas parecían dos tomatitos por lo sonrojado que estaba.

— ¿Y no lo quieres repetir, Bebé? —Dijo un muy excitado Sunghoon que gruñía por los movimientos que le estaba haciendo hacer a Sunoo arriba suyo.

— Sunghoonie... —gimió Sunoo, él sabía que si lo hacían ahora, Sunghoon nada más pararía para comer y luego iba a querer continuar, él debía volver a casa o si no su padre se molestaría porque era incorrecto decir que le caía bien su relación con Sunghoon.— mgh noo... Hoonie debo ir a casa.

— No, te quedarás conmigo y te follaré toda la noche.

— Malas palabras no, Hoonie. —Sunoo ya estaba por correrse, después de todo esos ricos saltitos que Sunghoon le estaba haciendo hacer, eran deliciosos.

Cuando por fin los dos obtuvieron su orgasmo, el menor se levantó del regazo del mayor y se acostó en la cama tratando de regular su respiración.

— Hoonie, debo ir a casa. —Dijo cuando por fin pudo calmar su respiración—. Papá me está esperando.

— Quedate aquí conmigo hoy, toda la noche es triste, silenciosa y solitaria si estoy solo yo. —dijo fingiendo tristeza, eso siempre funcionaba con su novio y esta vez no fue la excepción.

— Está bien, Hoonie... —Dijo un tierno Sunoo, no quería que el mayor se sintiera solo y triste.

Él lo acompañaría toda la noche.

¡Hoonie! ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora