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Sun fue a escondidas de Sunghoon a la casa de Youngjae, quería disculparse por lo que sea que haya hecho enojarlo...y también por el golpe que había recibido de parte de Sunghoon.

Tocó la puerta de la casa y fue recibido por el rubio que llevaba el pómulo rojo y un pequeño corte en el labio.

Youngjae rodó los ojos— ¿Que quieres? ¿También vendrás a golpearme igual que tu novio?

—Nada de eso, yo solo quería disculparme, lamento haber enamorado a Sunghoon y alejarlo de tu lado, lamento arruinarte la vida con mi presencia y tambien lamento el golpe que tienes. —dijo sonriéndole.

—Muy bien, te perdono —dijo viendo como el otro sonreía mostrando sus dientes—, con una condición... que dejes a Hoon y me lo des a mí. —sentenció.

—¡Es lo más estúpido que he oído! —habló un alto pelinegro desde atrás.

Los dos presentes se voltearon sorprendidos.

—Sunoo no me dejará solo porque tú lo digas.

—Entonces no lo perdonaré.

—No lo perdones, pero no llegarás a ningún lado rompiendo relaciones solo para sentirte mejor y cobrar venganza. Basta Youngjae, entiende que terminamos, ya no te amo, y estoy seguro que tú tampoco me amas a mí, solo estas peleando con Sun para demostrar que eres mejor, pero lo único que demuestras es que eres un inmaduro incapaz de ver a las personas felices con sus parejas, déjanos en paz y sigue con tu vida por otro camino. —dijo tomando la mano de su novio y yéndose a casa.

—No, espera Sunghoon. —dijo viendo que se volteaban— Yo...lo siento y espero que duren mucho, enserio son una pareja encantadora.

La pareja le sonrió.— Adios Youngjae. —dijo Sunghoon.

—Adiós Sunghoonie.

¡Hoonie! ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora