Capítulo 3

26 0 0
                                    

La semana ha pasado entre despertar, bañarme, arreglarme, desayunar, trabajar, ir a cenar con Ashley, volver a casa, acostarme y llorar hasta quedarme dormida. Mi vida lejos de mi familia es horrenda, extraño las mañanas de sábados, las tardes de ir a la playa y las visitas a los abuelos, un día pase por una cabina de teléfono y me sentí tentada de hablar con mis padres, pero me resistí y seguí mi camino, Ashley se le ocurrió que sería divertido salir a una fiesta en Venice; es el playa así que saliendo del trabajo me dirijo a mi casa para comer algo e ir a comprar ropa para en la noche, aunque mi armario este lleno de cosas pero me merezco esto, entro al departamento con Ashley e Ivonne una chica que acaban de contratar es morena, alta, ojos café claros y tez bronceada; Ivonne llega y se sienta en los sillones que tapice con un azul claro liso con unas almohadas blancas de encaje que compre en una venta de garaje, Ashley se sienta en una silla del comedor mientras enciende un cigarrillo y explica su aventura en un departamento en Beverly Hills donde unos amigos la invitaron el sábado pasado por mi parte saque una botella de agua del refrigerador y la abrí, me senté en el otro sillón y puse la botella en una mesita de madera pintada de crema, que compre en la misma venta que las almohadas, sobre ella está el teléfono y una lámpara, regalo de la prima de Ashley, pasamos la tarde en el centro comercial entrada la noche estaba en la esquina con uso botines negros, pantalones negros de tiro alto, una camisa de mezclilla sobre camiseta blanca, mi cabello lo acomode en una coleta algo presentable, me puse en un poco de rímel y un labial rojo; mire hacia la calle y vi el coche de Ashley llegando desde lejos mientras levantaba mi mano para que me viera. Entre al coche y ya estaba Ivonne, un amigo suyo y Ashley, en el asiento del conductor, en unos 5 minutos estábamos en la fiesta; el lugar era amplio y había mucha gente, en cuanto llegamos perdí a Ashley y a Ivonne así que me fui a un lugar alejado, me senté en la playa, estaba pensando en todo lo que deje atrás cuando sentí a alguien atrás:

-¿Por qué tan sola?-susurro, al voltear vi a un chico alto, rubio y tez bronceada, yo respondí con un gruñido

-¡Hey, tranquila!-rió mientras se sentaba junto a mi-Mi nombre es...-dijo extendiéndome la mano

-Querido, no me importa-interrumpí dispuesta a levantarme.

-¡Ey, cálmate!...solo dame esta noche, mi nombre es Bran-me dijo tomándome suavemente del brazo,

Yo lo mire de arriba abajo-Mi nombre es Audrey-el sonrió y se levanto junto a mi; Bran es un niño rico con el que durante toda la noche estuvimos hablando en la barra, cuando me levante para ir me a mi casa, por eso de las 1 o 2 de la mañana, me detuvo y dijo-Vamos a mi casa-yo lo rechace y me dispuse a regresar caminando a casa, porque no había encontrado a Ashley ni a Ivonne

-No te dejare que te vayas sola, vamos te invito a mi casa y de ahí llamas a un taxi-me dijo mientras me alcazaba en un mustang negro yo lo mire

-Pero si me secuestras gritare por la ventana-dije cuando me pare

-Sería incapaz Audrey, entra ya- me contesto yo me subí en el asiento del pasajero, Bran al parecer vive en Hollywoodland en una gran casa con una buena vista, todo dentro parecía caro y lujoso; él me llevo a una sala que tenía una pared de piedra y las demás pintadas con gris oscuro, dos sillones negros de piel, un alfombra gris y un cuadro colgado arriba de un sillón; Bran me extendió el teléfono mientras él iba por bebidas yo lo tome y llame al taxi, cuando, Bran llego 5 minutos después con dos cervezas y comenzamos a charlar, su papa trabajaba como cirujano plástico y su mama vendía ropa en una boutique en Beverly Hills y el planeaba ir a estudiar a alguna universidad en Washington, yo solo me resignaba a escuchar y asentir mientras bebía, todo iba excelente hasta que Bran se acerco y me beso, yo correspondí hasta que su mano comenzó a subir de mi cintura a mi pecho-¡¡HEY!!-exclame mientras lo empujaba y me levantaba para irme, el me siguió hasta la puerta pidiendo disculpas, yo salí de la casa y comencé a caminar colina abajo mientras escuchaba sus gritos, cuando estuve a una buena distancia pare y mire alrededor estaba a una gran distancia de mi casa; me senté en la acera, y pienso en las casas que me rodean lujosas, grandes y extravagantes también pienso en la gente que las habita, gente igual que Bran, Ashley o hasta Ivonne: que van por el mundo tomando lo que quieren sin preocuparse por nada ni por su futuro ni por sus errores ya que saben que existen personas que los arreglan por ellos, así que van por la vida derrochando dinero, tiempo y energía; yo no quiero ser como ellos una niña mimada, yo quiero tener algo que consiga por mí misma, no quiero vivir del dinero de mis padres no quiero pasar mi vida sin hacer nada importante quiero mi propia casa, mi propio dinero, mi propia vida sin depender de nada ni nadie; un auto negro me desconcentra de mis pensamientos, un joven de cabello café claro, ojos grises y tez blanca abre la ventana

-¿Estás bien?-me dice con cierto tono de preocupación.

-Sí, gracias-respondo con amabilidad y comienzo a caminar, el se baja y me detiene

-¿Enserio estas bien?-me dice a mis espaldas.

-Sí, ¿Qué le hace pensar que no?-digo mientras me daba la vuelta y quedo asombrada, realmente era guapo.

-Lamento decirte que estas deambulando a las 3 de la mañana-susurra acercándose un poco mas a mi intoxicándome con una dulce fragancia

-Estoy bien...de acuerdo señor-dije impaciente por alejarme de este hombre que me hacía sentirme inquieta

-¿Señor?-rio-Llámame Alex...-espero un rato para que dijera mi nombre

-Audrey-suspire

-¿Cómo la actriz?-sonrió

-¿Cuál?-dije extrañada

-Una de los años 60, muy buena por cierto-me dijo-¿Quieres que te lleve a algún lugar Audrey?-me pregunto señalando su automóvil

-No te quiero incomodar Alex-dije con la intención de alejarme un poco del lugar

-No es molestia, en lo absoluto, es un placer-me tomo de mi muñeca suavemente y jalándome

-No...no, gracias-dije tartamudeando a su cálido contacto

-Por favor, ¿Si?-susurro, yo me aparte

-No, enserio, Alex eres muy amable pero últimamente no me ha ido bien aceptando aventones de desconocidos-dije, el hizo una mueca con sus labios

-Entonces nos conoceremos en el camino, tú decides-exclama mientras iba a su coche, abrió la puerta y dijo-¿Qué dices?-. Yo mire el camino y lo mire a él y camine al coche designada ya era muy tarde y estaba cansada, el me cerró la puerta y subió al asiento del conductor con una sonrisa

-¿A dónde vamos?-me dijo encendiendo de nuevo el coche, yo me acomode en el asiento de piel y le dije

- Vamos a la calle Strand-dije con un hilo de voz, el me miro

-¿en Santa Mónica?-me dijo finalmente yo solo asentí.

"Blue Skies"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora