Capítulo 2.

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Me despierto y me quedo mirando el techo unos minutos, mi cara seguramente está llena de maquillaje corrido e hinchada, me limpio el maquillaje de los ojos y me pongo a desempacar sin mucha emoción, la cocina tiene pequeñas puertas donde guardar mis pocos trastes y utensilios de cocina, tomo el pequeño tendido en donde dormí y lo doblo al entrar al cuarto veo que tiene un closet chico, las paredes están pintadas de blanco y la alfombra es del mismo color abro el pequeño armario y guardo en unos estantes el tendido, vuelvo a la sala y tomo mi maleta de ropa para poder ponerla en el armario; camisas, tops, jeans, chamarras, suéteres, shorts, faldas, blazers, tacones, zapatos de piso, trajes de baño , maquillaje y otros accesorios; me impresiono que un mes de compras compulsivas cupieran aquí-podre estar muriéndome de hambre pero jamás iré mal vestida-pienso haciéndome reír, de las cajas saco un reproductor de música, mis discos y mis libros todos los acomodo en el piso ya no faltaba más solo un sobre lleno de fotografías al fondo de una caja el cual saque y puse sobre la encimera de la cocina, mi celular comenzó a sonar, era Ashley, estaba afuera esperando a que abriera la puerta. Ashley era alta, rubia, ojos azules, piel bronceada y era de las chicas ingenuas, seguras, divertidas y despreocupadas venia vestida con unos shorts tiro alto, un kimono con flores rosas en un fondo negro sobre un crop top negro y unas sandalias al entrar a mi casa miro asombrada el lugar
-Se ve...vacio-susurro caminando a la cocina.
-Lo se así que iré a ver si los chicos tienen algunos muebles que me vendan-suspire recargándome en la puerta.
Ella bufo-Ok, ¿Cuándo los ves?-pregunto viendo al balcón
-Pues pensaba aunque sea tratar de conseguir un colchón, dormir en el piso me lastimara la espalda-dije buscando mi cartera-solo tengo 50 dólares-dije viendo mi ya vacía cartera ya que había pagado el primer mes por adelantado
-Yo tengo algunos muebles viejos seguramente mi tía te los regale-dijo con ese tono suyo de despreocupación yo lo rechace al instante
-Déjame al menos pagarlo-le dije sentándome en una encimera de la cocina a conectar mi celular
-Por favor Audrey, esos muebles tienen años guardados, no le importara si los regala, vende o tira-dice encendiendo un cigarrillo mientras se sienta en una encimera-además siempre los ha querido tirar-complementa mientras me sonríe.
Y es así como se cierra el caso a favor de Ashley y me invita a ir a recogerlos a su casa, la de su tía mas bien, en el sótano encontramos un viejo colchón, un mesa y dos sillas de madera desgastada, dos sillones viejos estilo años 20 de piel color roja aunque muy desgastada también una mesa de café de madera oscura, que la verdad estaba en un buen estado, todo lo sacamos al patio para ver que no oliera mal o tuviera algo roto; Concluimos en ir a "Bath home and beyond" a comprar cosas para restaurar los muebles y terminamos comprando un colchón, que fue regalo de Ashley, toallas, algunos accesorios para el baño, unas repisas y junto a una limonada por cortesía de su prima, Elizabeth creo, tratamos arreglar los muebles; la mesa y las sillas las pintamos de un color caoba , los dos sillones los mandamos a tapizar con un amigo de Elizabeth que nos va a cobrar solo 10 dólares por los dos, la mesa de café la pintamos de blanco y con una lija le dimos un estilo vintage mientras que el colchón lo tiramos; Elizabeth, Ashley y George me ayudaron a meter todo lo que ya habíamos terminado que era la mesa, las sillas y la mesa de café, George puso los estantes mientras nosotras quitábamos las cortinas grises y las cambiábamos por una de flecos que iban de blanco hasta un azul marino pastel, que combina con los mosaicos de tonos azules y cremas también colgamos las toallas blancas en un perchero de color plata que combinaba con el lavabo, el escusado y la bañera color parecido a un mármol blanco arriba del lavabo hay un espejo con un compartimiento donde se pueden guardar cosas; cuando ya dan las 10 los estantes ya están instalados y con libros recargados en una torre Eiffel que compre el primer día que llegue a Los Ángeles y con mis discos junto ellos, Elizabeth me recomienda que podríamos pintar las paredes de color arena para que se viera neutro y también me recomendó que pintáramos mi cuarto de azul para que combinara con mis cobijas, planeamos pintarla dentro de dos semanas para ahorrar un poco de dinero para la pintura. A la 1 de la mañana, yo ya estaba acostada en mi nueva cama, con la fotografía de mi familia junto a mí, fue entonces cuando volví a llorar entre cobijas blancas y azules.

"Blue Skies"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora