Sasusaku: One Short's

No seas terca.

Y volvemos a dónde iniciamos

Sakura está enfrente mío agachada y sobándose el tobillo.

—Sakura... Te llevo, ya te lo dije, no seas terca. — Ella suspiró cansada, y no era para menos. Estaba enojada.

— Después de insultarme como hace años, y de humillante en frente de mis compañeros y aprendices del hospital. ¿¡Me dices que no sea terca y te deje cargarme, solo para satisfacer tu orgullo!?— Suspiré entendiendo la situación.

Sé perfectamente que ella es muy comprensiva conmigo y Sarada, pero, las pocas veces que la logramos molestar y enojar, no es fácil calmarla.

— No te estaba insultando, simplemente me parece que no deberías esforzarte tanto. Puede que seas una mujer aclamada internacionalmente, pero eso no te salva de ser una mujer como todas las demás, —comenté sin darme cuanta de mi error. Eso había sonado muy despectivo.

Cuando me di cuenta, Sakura estaba levantando su propio peso con ayuda de un árbol, sin mirarme y menos dirigiendo la palabra hacia mi.

—No te hagas las ofendida, no te dije nada malo. Solo la verdad. —argumenté mirando sus movimientos. Sin embargo, ella no me miró en lo más mínimo. —¿Podrías... Hablar, mujer?

Tuve la misma respuesta, nada.

—¿Con que "la verdad"? Entonces, si es así como dices, ¿Cómo debería actuar?. —Su voz tenue me alarmó.

Es cierto que verla molesta y desesperada era irritante y fastidioso, además de terrorífico. Pero, cuando empieza a hablar con una voz tranquila y triste, mientras oculta sus ojos entre su cabello, además de mostrar una sonrisa apagada y sombría, es simplemente, horrible. No por culpa, sino porque se sabe que ella acepta las palabras que se la han dicho y durará de esa manera y con esa actitud varias horas, o incluso días.

Sentí un escalofrío por mi columna vertebral, empecé a pensar en todo lo que le había dicho está noche.

Primero, cuando estábamos en la casa, Sakura regó por accidente una sopa. Yo, había tenido un día muy complicado, tuve una discusión con Sarada y un desgaste de Chakra que esperaba que Sakura me curara o me ayudara a tranquilizar. Pero, cuando tiró el plato mis emociones llegaron a su límite, además del dolor de cabeza, del cual ya le había comentado. Por todos esos factores, terminé diciéndole

— ¡Demonios, Sakura! Aprende a hacer algo bien. A la siguiente déjale al alguien más algo que sabes que no puedes hacer—

En ese momento no me di cuenta de lo terribles que habían Sido mis palabras.

No le presté atención a que ella había tirado la sopa por un bajón de Chakra enorme, y tampoco le di oportunidad de explicar.

Un punto ya me encajaba con sus palabras que me acaba de decir.

Segundo, después de que me alejara del desastre que ayudé a recojer, llegaron a la puerta unos compañeros de ella, al parecer para festejar el cumpleaños de uno de los aprendices de mi esposa. Ella, reaccionó de inmediato, y se acercó a ellos y abrazó a uno de ellos con una gran sonrisa.

Por alguna razón, en ese momento sentí que nunca en su vida me había dedicado esa risa, ni aprecio. En ese momento la agarré del brazo sorprendiendo a todos, ella se giró un poco mirándome incrédula.

—Sasuke... ¿Qué pasa? —

En ese momento, habló otro de los colegas

—Disculpe, ¿Es usted, Sasuke Uchiha? —

—Si, ¿Y? ¿Qué se te ofrece? —

No lo voy a negar, estaba furioso. La opresión en mi pecho era horrible. Solo pensar que ellos dos de abrazaban cada vez que se veían, y que a mí ella solo me decía "Hola' o "Bienvenido", me repugna.