Frío y calor.

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Caminaba con dificultad entre la fría nieve, mi vestido no ayudaba para nada, y además ¡Estaba en mis días! Demonios.

Mi acompañante no tenía ninguna dificultad, claro, él es hombre y ellos no sufren de los asquerosos cólicos y tener que parar cada dos horas para asegurase de que "Todo" este "Bien"

Ah, no. Esperen, ellos sí tienen una Gran dificultad, que creo yo, es mayor que la nuestra. Soportar y recriminar todo lo que hacemos.

Como en este momento.

-Deja de hacer tontearías y camina, Sakura -me recriminó por quinta vez Sasuke. Cabe aclarar, quinta vez en el día, y ya llevábamos tres de viaje.

Pero entiéndalo, yo soy la mala que le está pidiendo mucho. O sea, imagínenlo, aguantarse parar cinco minutos cada dos horas. Digo, debe ser terrible que no te hablen o te critiquen porque la otra persona está pensando por primera vez en siglos en su propio bienestar. Es decir, es una tortura que te da todo el derecho de exigir y recriminar cada dos minutos algo.

Que si camino rápido es malo, que si camino lento es malo, que si hablo es malo, si no lo hago también es malo. Que si voy adelante de él no soy lo suficientemente capaz de mirar el camino, que si voy detrás, me voy a atrasar; Si paro tres segundos me regaña, si sigo, que me estoy sobre esforzando. Ay, pobrecito ¿Acaso nadie ve lo mal que lo está pasando el niño? ¡Entiéndalo por favor!

Para el que no haya entendido... Estoy siendo muy sarcástica.

-Sasuke-kun... Estoy cansada, paremos ¿Sí? Por favor-le pedí con la poca paciencia que me quedaba en la cabeza por intentar aguantar las mil y una criticas que me había hecho mi compañero solo hoy.

-¿Quieres o no terminar la misión? -me cuestionó con enojo en sus ojos cuando apenas volteó a verme.

-Sí, pero... En serio estoy muy cansada... Por favor... -le dije apunto de explotar.

-No hemos podido caminar más de tres horas sin que la pobre señorita este cansada ¿Qué más necesita acaso la princesa? ¿Qué la cargue o qué demonios? -se detuvo y me miró más molesto aun.-Ni con Naruto haces estos escándalos, así que dejas tus caprichos infantiles y camina. No pararemos hasta llegar

<<Pues porque en las misiones nunca estás pendiente de mi ni de esto, idiota>> pensé furiosa, pero de repente otro dolor en mi estomago me hizo agacharme. El frío era terrible, y hacía que mis cólicos aumentaran de manera considerable, dolía mucho.

Sasuke me vio caerme después de empezara a avanzar. Sus ojos mostraban un gran fastidio, me miraba como una carga que tenía que soportar. Mis habilidades no eran muy fuertes, y por desgracia no le servían de nada. Para ese momento, solo había podido avanzar en los exámenes gracias a mis compañeros, una vez que me dejaron hacer algo sola, fui descalificada.

-Sasuke-kun, en verdad no puedo más... Paremos ya.. -le supliqué desesperada, necesitaba calor urgentemente. Mi estomago dolía demasiado.

-Ya te dije que no, déjate de idioteces y vámonos ya. Solo estas estorbando -me dijo cogiéndome de un brazo furioso. Él no tenía idea del momento en el que me encontraba. Mi madre me había dicho que no había razón por la cual las otras personas tendrían que enterarse de mi situación, así que decidí no contarle nada. Pero ya no podía caminar más, necesitaba descansar ahora.

-¡¡Sasuke, estoy menstruando!! -grité ahogando las lagrimas.-¡Tengo cólicos y duele mucho!

Mis sollozos llegaron a sus oídos y me soltó de a poco. Yo no lo podía mirar a los ojos, solo podía pensar en el dolor.

Me sostuve el vientre con el brazo que tenía libre. Sasuke no me había dicho nada, solo sabía que él me estaba viendo.

-Sakura... -fue más que todo un susurro pero lo escuché lo suficientemente fuerte como para que me estresara.

Sasusaku: One Short'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora