𝗘𝗹 𝗰𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲

Capítulo 13

Cuando la alarma sonó, Minho se levantó a apagarla, frotó su frente donde una migraña amenazaba con hacerle el día difícil.

Luego busco a Jisung con la mirada pero estaba solo en la cama.

Entonces recordó como le había gritado la noche anterior y se levantó rápido, asustado, trató de ponerse su ropa lo más pronto posible para poder buscarlo, pero sus manos lo traicionaban y temblaban, cuando la puerta del baño se abrió y Jisung salió de ahí, su cuerpo se relajó y dio un largo suspiro.

Corrió a abrazarlo, acaricio su cabello y beso su frente.

─Lo siento.─ escucho a Jisung disculparse y se sintió peor de lo que ya hacía, pensaba que era él el que debía disculparse primero.

─No, yo lo siento, no debí gritar como lo hice.

─No, es mi culpa, yo te empuje a eso, mis celos, mis reclamos, estás haciendo tanto por mi y sin embargo sigo quejándome por todo, trataré de cambiar, perdóname sí, no quiero que estés enojado conmigo.

─No estoy enojado contigo, te amo mucho, no puedo asegurarte llegar temprano porque he conseguido seguido otro trabajo y con eso puede comprar esto.

Se alejó de Jisung y fue hasta su mochila, de ahí sacó una bolsa negra y de la bolsa negra sacó dos pequeños conjuntos de ropa y se las mostró a Jisung con una sonrisa hermosa tan característica suya.

─La primera ropita de nuestro bebé, son amarillos porque así pueden usarlos sin importar su sexo.

Jisung sonrió grande, Minho recordó que hace mucho que no lo veía sonreír, siempre eran sonrisas pequeñas, gestos que parecían obligados, como si sonriera sólo por compromiso pero ahora era una verdadera sonrisa.

Jisung tomó la pequeña ropita y la guardó en el armario.

─Es muy hermoso, mira,─ abrió uno de los cajones de los armarios y saco bastante hilos de colores. ─mi appa me ha dado esto cuando he ido a visitarlo, le dije que había estado viendo vídeos de youtube sobre tutoriales de tejido con esto también haré ropita para nuestros bebes.

─Eso se ve complicado.

─Lo es, pero lo intentare sino funciona al menos los estambres fueron gratis.

Jisung sonrió contagiando a Minho.

─¿Y dónde éstas trabajando?─ le preguntó y la sonrisa de Minho desapareció.

Jisung lo miró con el rostro fruncido.

─¿Si te digo no te enojas?─ le preguntó cuando Jisung no dijo nada decidió hablarle con la verdad, para él no era la gran cosa pero no sabía como reaccionaria Sung.

─Estoy trabajando en la empresa del padre de Félix.

El entrecejo de Jisung se frunció más.

─¿Y él está ahí?

Minho se rasco la nuca. ─Es casi el dueño, por supuesto que lo está, sólo somos amigos Sung.

─Pero tu papá... Él quería que te casarás con ese joven.

─Pero estoy casado contigo ahora, porque te amo, eso no va a cambiar.

Jisung asintió, Minho le dio un beso en los labios, estaban bien, en ese momento sólo disfrutando de la compañía del otro, esperaban estar así para siempre.