6. No es un sueño

8.1K 1.2K 616
                                    

Después de haberse despedido de Deku hasta el siguiente cambio de estación, Katsuki había vuelto a la cueva pues aún faltaban unos días para que terminaran las festividades. Sin embargo, nunca le había parecido tan solitario todo hasta ese momento.

Eran ya tres años en los que se había escapado y nunca se había sentido así. Pero ahora... ¡Joder! todo estaba tan silencioso que le daba repelús.

Dando un suspiro cansado decidió salir a dar una vuelta con Silver para ver si así se le pasaba. Pero instintivamente terminaba volviendo al lugar donde había contemplado la aurora con el peliverde. Lo que francamente solo empeoraba todo, pues solo le recordaba que el pecoso ya se había ido.

Izuku no estaba mucho mejor que el rubio, pues pese a que estaba acompañado, nunca se había sentido tan solo. Las festividades en la aldea de los Todoroki se hacían en la cabaña principal y habían muchos juegos y bastante comida. Y aunque debería estarse divirtiendo, no podía evitar pensar en Kacchan y en cuanto deseaba que estuviera ahí. Cada que encontraba algo que le llamara la atención, se daba la vuelta con la intención de mostrárselo al cenizo, pero inmediatamente recordaba que él ya no estaba ahí. 

Espero que el tiempo pase rápido

Pensaron ambos mirando las luces en el cielo y deseando poder reencontrarse pronto.

— ¡¿Lo perdimos?! — chilló frustrada una pelirrosa escondida detrás de un arbusto mirando a los lados para ver si encontraba aunque sea un rastro del cenizo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡¿Lo perdimos?! — chilló frustrada una pelirrosa escondida detrás de un arbusto mirando a los lados para ver si encontraba aunque sea un rastro del cenizo.

— Igual que la última vez — le respondió un pelirrojo desanimado. Sabía que era imposible acorralar al rubio. ¡Pero eran cuatro! por lo menos deberían poder seguirlo — Vamos, Mitsuki-san ya debe estar esperándonos — dijo mientras se levantaba e iba a buscar a Denki y a Sero para ver si ellos habían tenido más suerte.

Había pasado casi un año desde que el cenizo había empezado a comportarse de manera extraña. Primero empezó a desaparecerse en cualquier momento y por al menos unos tres días. Y lo raro no era eso, pues antes se iba de cacería y hacía casi lo mismo, la diferencia era que ahora cuando volvía se veía feliz y estaba de buen humor.

Después notaron que había aprendido a ser más paciente, además de que por alguna razón trataba de pasar más tiempo con los niños, tanto que incluso llegó a entender sus balbuceos . También notaron como trataba de llevarse mejor con Mitsuki (claro que no duraba más de unos minutos, pero la intención es lo que cuenta).

Otro cambio que habían notado era que sus lobos parecían cada vez más domesticados. Solían buscar que los acariciaran, sobre todo los lobeznos. Y hablando de ellos...los nombres que tenían la nueva camada eran muy discordantes. Unos se llamaban Balto, Colmillo y Bakuhatsu, nombres que obviamente habían sido pensados por el cenizo. Pero los otros tres...bueno, eran nombres que sabían que el cenizo ni muerto hubiera aprobado...y aún así ahí estaban Star, Sunshine y Botitas.

Bajo la aurora borealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora