¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ariana había seguido a donde sea que Luther se dirigía, hace varias cuadras había perdido de vista a Klaus, pero contaba con que los siguiera.
- Vamos, Luther - intentaba detenerlo la castaña - Esto no es bueno para ti.
- No quiero sentir nada - fue la respuesta en estado de hebriedad que recibió. Luther dejo de caminar y Ariana suspiro aliviada pensado que había cambiado de opinión, pero no fue así - Llévame a un lugar... uno de esos donde hay música, alcohol y...
- Luther - advirtió Ariana.
- Por favor - Casi suplico el rubio, Ariana se quejo, detestaba no poder decir un simple no, por más mala que fuera la idea.
- Bien - termino aceptando - a la primera que hagas una tontería nos iremos, ¿si?
- hecho.
『 °*• ♫ •*°』
Después de haber buscado en 7 bares diferentes, 3 clubes de streaptease y una lavanderia. Klaus suspiro aliviado cuando por fin había dado con Luther y probablemente Ariana en lo que parecía ser un club que se encontraba algo escondido.
Se encontró demasiado sorprendido al visualizar a Luther bailando sin playera mostrando su torso peludo. Su mirada se dirigió a todos lados buscando a su hermana.
Una vez que Luther lo abrazó con demasiada fuerza y lo dejo en el suelo por fin pudo hablar.
- Debemos llevarte a casa, ahora. Vamos - dijo Klaus sosteniendo con una mano su abdomen y completamente sudoroso a causa de la desintoxicación que estaba sufriendo.
- ¿A casa? Esta es mi casa ahora - respondió Luther alzando la voz para que Klaus pudiera escucharlo sobre la fuerte música.
- Soy fanática de los peludos - dijo una chica al acercarse y tocar el torso de Luther coqueteandole.
- ¿Ves?
- Si - respondió Klaus.
- ¿Has probado algunos de estos? - preguntó Luther mostrando una pequeña pastilla de extasis. Klaus asintió con la cabeza - Nunca me había sentido tan vivo. Solamente tengo mucha sed.
Klaus tomó la pastilla y la lanzó por los aires para sorpresa de Luther y de sí mismo.
- ¿Que hiciste? - preguntó Luther incrédulo aún bailando con aquella chica pegada en su cuerpo.
- No tengo idea - admitió Klaus.
Cerró sus ojos en un intento de no caer en la tentación.