Capítulo 10: Tensión

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"Guardar silencio y esperar que no nos descubran" ¿Se supone que era una solución? Para nada lo era, ¿Qué pasaría si nos descubren? Probablemente matarnos, no es como si no supiéramos quienes eran. Si el señor Lars y el señor Aren reaccionaban así, era porque eran aquellos aterrorizantes hombres de los que nos hablaron.

Solo nos encontrábamos tumbados en la fría arena de aquella isla, afortunadamente, algunas hojas nos cubrían.

La mano de mi padre me tapaba la boca, esperando que pudiera tapar cualquier sonido que saliera.

El canto de los hombres cesó, por fin podía respirar. Un suspiro salió de los labios de mi padre.

-. No canten victoria, es probable que al menos, uno, siga aquí, muévanse con cuidado, les protegeremos la espalda. -. Dijo Lars.

-. Es mejor no movernos, hasta no estar seguros de que se han ido. -. Dijo mi mamá.

Otra vez el silencio, la tensión era palpable, me sentía inseguro.

El grito de alguien nos hizo sobresaltar.

-. ¿¡Qué diablos haces Kin!? -. Se escuchó la voz de aquel misterioso hombre.

-. Ah, señor, perdón, yo... -. La segunda voz, que aparentemente le pertenecía a Kin se vio interrumpida por la primera.

-. Quiero que te comportes, tenemos una misión, ¿La recuerdas? -.

Todo se volvió a hacer silencio, hasta que Lars habló.

-. Yo conozco esas voces, son Iktan y Kin, Iktan es el hombre del que les hablé. -.

-. Vayan moviéndose, no nos debemos quedar por más tiempo aquí, además, me siento muy incómodo. -. Mi padre habló.

-. Esperen, seguro vieron nuestro barco, demonios, saben que estamos aquí. -. Dijo mamá.

-. No hay otro camino que podamos tomar sin ser vistos, debemos seguir por aquí. -. Aren dijo.

-. Eso es imposible, es una isla grande. -. Dijo Kandra.

-. E Iktan tiene una tripulación grande, sus hombres pueden estar por cualquier lugar. -. Contestó Aren.

Seguimos por donde estábamos, la verdad podía sentir que todos estábamos nerviosos, ¿Y cómo no? Si nos descubren... tal vez no vivamos para contarlo.

Bien, Lars nos indicó que podíamos levantarnos y caminar normalmente, Kandra todavía se veía insegura, saco su espada y encabezó -junto a Lars- el camino.

-. Estamos cerca, ya casi salimos. -. Mencionó Lars.

Un gran suspiro salió de mi boca.

Seguimos con nuestra caminata, Lars quito unas hojas enormes de la palmera que yacía ahí.

Pude ver el mar y nuestro barco, intacto, tampoco vi a nadie merodeando por ahí.

-. Tampoco caminamos mucho. -. Dijo Aren.

-. ¿Estas bromeando? ¡Fue una eternidad! -. Reclamó Kandra.

-. Señorita, más bien fue la tensión del momento el que hizo el camino más largo, pero le aseguro que, fue un camino corto. -. Le contestó Aren.

-. Gracias, Aren, Lars, de verdad les agradezco su ayuda... ¿No quieren venir con nosotros? -. Preguntó papá.

-. Matthew, estaríamos encantados, pero debemos volver, tenemos obligaciones y... -. Estaba hablando Aren, cuando fue interrumpido por Lars.

-. ¿De verdad podemos? Entonces sí, espero que haya comida de sobra, pero bueno, sabes que podemos parar en un pueblo para comprar más. -. Dijo un muy sonriente Lars.

-. Entonces todo esta bien, vamos, subamos al barco. -. Dijo mi padre, para después caminar hacia el barco.

-. ¿No les parece ilógico que no le hayan hecho nada al barco? O sea, se ve que ni atención le dieron. ¿Creen que haya una trampa? -. Pregunté un poco preocupado.

-. Iktan no es un hombre cobarde, bueno sí, pero estamos hablando de rivalidad y pelea. Pero también parece que no quieren perder el tiempo, seguramente tienen algo que hacer, algo más importante... -. Lars contestó a mi pregunta.

-. Pero, aunque tengan prisa, ¿No les daría curiosidad? -. Seguí insistiendo.

Ahora fui yo el que subió al barco.

-. Calla niño, mejor agradece que se metieron en sus propios asuntos y no les dio por curiosear. -. Lars dijo.

Yo solo asentí y me senté en el suelo, esperando a partir. 



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665 palabras

Meri Chacón <3

El deseo de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora