xiv. El cumpleaños del Rey y el Duque.

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Habian pasado cinco horas desde que había llegado la insufrible carta.

Básicamente los cinco hablaron en privado quedando que Luna, Daphne, Hermione y James entraban el otro año tendrían una suma ventaja.

Podrían hacerse amigos de los de quinto año, donde estaba Bellatrix y los demás futuros mortifagos.

Además podrían proteger a James y los de la segunda generación, si iban con cuidado. Hablando con Neville se pusieron de acuerdo en que debían ir al callejón cuanto antes y comprar todo lo necesario para este año.

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—Luna no, los globos deben ir flotando, trata de darles un efecto de levitación—.Instruyó Hermione.

Luna siguiendo la indicación se aseguró de haberlo hecho bien, definitivamente decorar no era lo suyo.

Hermione sonriendo fue a la cocina, donde vio a Dorea preparar el pastel, un pastel de chocolate, una tarta de melaza y un postre de salsamoras. Tanto a Harry como a Neville le encantaban demasiado, en exceso las tartas de melaza y que Dorea les este preparando estos postres va a ser un honor para ambos, Dorea se convertirá en la adoración de Harry solo por eso.

Hermione estaba teniendo un buen día, prácticamente.

Sus dos hermanitos mayores Estaban cumpliendo 11 años. La edad exacta para ir a Hogwarts, edad en la que ya te puedes casar en el mundo mágico, edad donde pueden emanciparse niños sin familia, etc...

No quería pensar en nada más que en sus dos hermanos y en lo mucho que estaban creciendo. Tenía miedo, miedo de que se alejaran, que tengan su etapa de adolescentes donde se alejan y les importa nada los problemas. Tenía miedo sin ser graciosa de ver a Harry anciano y aburrido, postrado en una cama o ver a Neville en un ancianato... Sacudió su cabeza y saludo a Dorea.

-Se ve precioso mamá Dorea-. Susurro con asombro al ver el bonito pastel donde resaltaban Harry y Neville en una foto juntos sonriendo. El pastel era de cobertura de chocolate blanco y su relleno de chocolate negro.

Por otro lado la tarta de melaza había quedado espectacular, era de color morado suave y destacaba mucho el relleno, se veía exquisita y el humo de lo caliente que estaba la hacía ver cómo un pan recién sacado del horno. Al igual que el pequeño postre para Neville, el chico estaba fascinado por las salsamoras eran una exquisitez para el paladar. Tenía el relleno de un color similar a la otra tarta, era más gorda y su cobertura tenía chispas de chocolate.

-Desde muy pequeña a escondidas de mis padres y familia he preparado toda clase de postres, se que es una abominación que yo sepa esto, pero se volvió en mi escape a los 12 años-. Dijo Dorea.

-Espera, ¿tu eras esa pequeña que vendía galletas hace 15 años?, escuche las historias de una pequeña niña de quinto año que vendía galletas anónimamente... por mis padres-Susurró sorprendida.

-Misteriosamente si, era yo. Hace un tiempo Hogwarts era un mártir por un amigo mío de hace años, este personaje hacía infiernos en Hogwarts, por lo que decidí vender mis galletas para animar un poco la situación. Ni Siquiera Dumbledore sabe. El anonimato que maneje en esos tiempos fue muy complicado-Hablo mientras terminaba los detalles de los postres y la comida.

-Imagino cuanto dinero habrás ganado al día, mis padres comentaron que esas galletas silenciosas eran un éxito. Desearía probarlas algún día-Comento sin pensar.

Al saber lo que dijo inmediatamente pidió una disculpa, Dorea la callo con la mano y simplemente le sonrió.

-Después de todo lo que has hecho por mí y mi familia, te mereces cientos de galletas querida. Jamás dejare de agradecerle a tu familia por todo.

𝐔𝐍 𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 | 𝐇. 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora