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Las manos apretaban el volante y solo podía escucharse los neumáticos rodar por la mojada carrera.

La menor sabía que estaban enojados, y por una extraña razón Hyunjin iba todo el camino murmurando cosas mientras que Bárbara le hacía gestos con su boca de que se callara.

La puerta se abrió y al estacionarse en frente de la casa Hyunjin había sacado las llaves de su auto con agresividad, cerrando la puerta viendo como se iba a abrir la puerta de la casa primero.

____ se sentía un poco culpable, pensó que era su culpa de que ellos hubieran peleado, pensó que estaban así porque había bailando con aquel hombre y que debía disculparse.

El ambiente en la casa estaba hermoso, pero todo cambió cuando bailó con ese hombre. Estaba mal, ella se sentía mal.

Empezó a quitar sus tacones para ponerlos en sus manos, y con un pequeño suspiro había llamado la atención de la pareja que estaba a punto de explotar.

— ____, ¿puedes irte a tu habitación por favor? Hablaremos de un tema un poco serio.

— Lo siento... —Disculpó la menor —¿Hice algo malo? Si es así por favor lo siento no quise armar un escándalo. Hyunjin no quise arruinar tu fiesta.

— Está bien, esto no tiene nada que ver contigo, por favor hazle caso a tu madre y ve arriba...

No dijo nada más que tomar las esquinas de su vestido e irse corriendo por las escaleras. Estaba totalmente segura de que todo eso tenía algo que ver con ella, porque todo había dado un giro cuando aceptó bailar con el.

— Bang Chan —Repitió su nombre

Ese era su nombre. Empezó a creer que desde que había llegado a aquel país se había metido mucho en problemas.

Hablando de problemas, ese hombre era muy seguro de sí mismo, a pesar de que Felix había cambiado su expresión al verlo y que su madre y su padrastro estaban ahí abajo hablando y explotando  como animales solo por que ella había bailado con el decía muchas cosas de su persona... también de como era normalmente.

— Quiero saber —Habló Hyunjin, apretando el puente de su ceja con la respiración agitada. Iba explotar — ¿En qué estabas pensando cuando aceptaste semejante estupidez?

— Hyunjin por dios, sabemos que mi hija necesita mantener un margen profesional aquí. Acepté casarme contigo y venir aquí porque sabía que tú me beneficiarías mucho para poder arreglar su futuro.

— Genial, ¿eso es lo que soy para ti? ¿Un maldito beneficio? Donde puedes arriesgar hasta la vida de tu hija y así casarla con un tipo que ni siquiera ella conoce. Estás loca mujer.

— ¿Loca? ¿Loca yo? Me llamas loca solo porque yo quiero un bien para el futuro de ¡mi! hija.

— Un futuro que seguro sería una mierda Bárbara. Estamos hablando de arreglar un matrimonio con tu hija, con un hombre que no conoces, que solo con bailar con ella te hiciste toda una vida en tu mente llena de mierda.

— Es una decisión que tomé en cuanto escuché la palabra "matrimonio" Hyunjin. 

— Ese hombre es un inestable —Empezó a sisear, apretando el vaso de agua que había tomado cuando entró a la casa — Al igual que tú.

— ¿Disculpa? —Había ofendido todo de ella, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. Pero a Hyunjin no le importaba nada de eso, lo único que le importaba era que su pequeña hijastra no cayera en manos equivocadas.

— Sabes perfectamente de que hablo. Bang Chan no es bueno para ella, es un abusador de quinta que no sabe como tratar a una mujer, Bárbara.

— O lo estás difamando de esa manera para que yo no permita que se case con el.

— Ese pedazo de miseria ha tenido cinco matrimonios, Bárbara, ¡cinco! — Exclamó haciendo dicho número con sus manos, bebiéndose toda el agua que había en su vaso, poniéndolo en la mesa que estaba al lado de sus pies —Y todos han fracasado, ¿sabes por qué? Porque no es estable.

— Patrañas...

— En el momento que pongas tu hija en manos de ese poco hombre no verás el mismo brillo que suele tener todos los días porque el se va encargar de tratarla horrible. Bárbara no sabes en qué te estás metiendo... Yung... Yung es un hombre peligroso y ella solo tiene diecisiete años.

Tomó el vaso que había en la mesa, con intenciones de poner tomar más agua. Estaba estresado, se sentía que iba a perder la cabeza si seguía escuchando las negaciones estúpidas que hacía.

— No creo nada de lo que me está diciendo, Hyunjin... —Decía con los brazos cruzados haciendo que el rubio perdiera la poca paciencia que le quedaba.

— ¡¿Por qué... —Aventó el vaso que tenía en sus pies, haciendo que se rompiera en pedacitos cortando la piel de dicha zona —... no me escuchas?!

El rostro de Bárbara se había quedado pálido, la expresión de miedo que hacía cuando veía este tomar otro vaso. Su cuerpo estaba ileso, no se atrevía a mover por más que su mente le pedía que lo hiciera. Tenía miedo.

Acercándose a ella la tomó del cabello para aventarla en el sofá, sintiendo las ganas que tenía de golpearla tantas veces. Por más que intentaba calmarse no podía, porque su presencia estaba empezando a aborrecerlo.

— Me das asco —Expresó con su rostro lleno de repulsión, apuntándole con su dedo índice y seguir hiriéndola verbalmente —Eres una mala madre, una madre llena de asco, eres un ser despreciable, una mujer llena de inmadurez, muy irresponsable.

Sintió como un líquido había bajado de su nariz, y sabía que su cuerpo había llegado a un nivel de estrés inexplicable. Estaba cansado, enojado, estresado, tenía miedo.

Apuntó una vez más a Bárbara con su dedo índice. Dejando que la sangre tuviera la libertad de salir a mares de sus fosas nasales. Estaba cansado.

— Vuelvo a escuchar que hablas del tema... y así como te lo di todo, también te lo puedo quitar... también a tu hija. ¿Quedó claro?

FETSH┃HYUNJIN.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora